exposiciones
La DPZ homenajea el centenario de la Bauhaus con una exposición
En sus catorce años de vida pasaron un total de 2.078 alumnos: 1.418 hombres y 660 mujeres.
La institución académica alemana Bauhaus, que solo funcionó entre 1919 y 1933, celebra el centenario de su nacimiento y la Diputación de Zaragoza lo conmemora con una exposición en el palacio de Sástago que recoge la influencia de experimento artístico y pedagógico en una época muy convulsa, como fue la república de Weimar.
La muestra sobre este movimiento, que fue crucial para el devenir de la arquitectura y el diseño contemporáneos, está organizada por la Diputación de Zaragoza en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Aragón y se podrá ver hasta el próximo 5 de enero de 2020.
La diputada delegada de Cultura de la Diputación de Zaragoza, Ros Cihuelo, ha presentado la exposición 'bauhaus: un experimento artístico y pedagógico. Centenario 1919-2019', junto a su comisario, Ricardo Marco, y el decano del Colegio de Arquitectos de Aragón, Pedro Navarro.
La exposición, que comparte fechas y espacio con la muestra dedicada a las obras y los proyectos del arquitecto navarro Rafael Moneo en Aragón, está dividida en cuatro ámbitos: la arquitectura y la enseñanza; los talleres, monografías y objetos.
Cihuelo ha destacado que 'la bauhaus', en minúsculas porque en 1925 aplicó el criterio de escribirlo todo así apostando por una mayor limpieza en el campo tipográfico, por la velocidad y por el ahorro, "además de un nuevo estilo arquitéctonico, fue una nueva forma de pensar".
Este movimiento nació de la fusión de la escuela de Bellas Artes y la Escuela de Artes y Oficios de Weimar del Estado de Turingia, donde pasó la primera de sus tres etapas entre 1919 y 1925. La siguiente fue en la ciudad de Dessau, hasta 1932, y la última en Berlín, hasta 1933, cuando la clausuró el nazismo, ha explicado el comisario, Ricardo Marco.
La Bauhaus fue un experimento vanguardista, artístico y pedagógico que revolucionó el arte, reinventó el diseño y la arquitectura con "una evolución muy clara", ha dicho Marco, "con tres directores de la escuela, los arquitectos Walter Gropius, Hannes Meyer y Ludwig Mies van der Rohe, con las tres sedes citadas y tres etapas evolutivas claramente diferenciadas que se superponen tanto en directores como en sedes".
El punto de inflexión clave en la historia del movimiento se produjo en 1923, cuando a instancias del Gobierno de Turingia se celebró la semana de la Bauhaus para mostrar los logros de la escuela en sus cuatro años de existencia y así justificar la continuidad de la institución.
Otro de los aspectos que auparon a la historia a este movimiento, ha recordado Marco, fue que la mayoría de sus profesores eran artistas que marcaron la trayectoria de la vanguardia europea, como Paul Klee, Vasili Kandinski o el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe.
En sus catorce años de vida por las aulas de la Bauhaus, que se basaba en que la forma es consecuencia de la función en sus diferentes trabajos, pasaron un total de 2.078 alumnos: 1.418 hombres y 660 mujeres.
