medio rural

Unas 2.500 personas y 150 tractores marchan en Calatayud para reivindicar la supervivencia del campo

Reclaman apoyo a las explotaciones agrícolas y ganaderas familiares que asientan población en los pueblos.

"Queremos vivir en nuestros pueblos dignamente, ni con miserias ni con limosnas, queremos precios justos", insistía este sábado un ganadero participante en la manifestación.

El medio rural aragonés ha dado su primer golpe encima de la mesa con la manifestación que han acogido este sábado por la mañana las calles de Calatayud. Así, 150 tractores y más de 2.500 personas, procedentes de toda la comarca bilbilitana, Daroca, Borja, Tarazona, Caspe, Bajo Cinca, Bajo Aragón, La Rioja y Lérida, han marchado bajo el lema “Por la supervivencia de las explotaciones familiares y el medio rural”. Esta cita es la primera de todas las protestas previstas por varios puntos del territorio aragonés.

"Queremos vivir en nuestros pueblos dignamente ni con miserias ni con limosnas, queremos precios justos", apuntaba Evelio Ibarzo, ganadero de Mesones de Isuela, que se resumía el sentir de la convocatoria y se sumaba a la concentración en la puerta de Terrer, minutos antes de que comenzase la marcha lenta hasta la oficina delegada del Gobierno de Aragón. Al mismo tiempo, lamentaba que "estamos perdiendo 30/40 euros por cordero y no puede ser que los políticos hablen de despoblación y ayudar a la España vaciada si no nos ayudan".

Para Alfredo San Juan, joven fruticultor de Ballobar (Bajo Cinca), el futuro de su pueblo es evidente: "Si la cosa sigue así en la agricultura, se quedará en la mitad", asegura enfundado en una camiseta que reza "Cada vez quedan menos hijos de fruta". En el mismo sentido, Pablo Jaime, que ha iniciado de cero una explotación ganadera en Godojos, explicaba que “el camino para conseguirlo es horroroso: papeles, pagos y aguantar, y porque te gusta y quieres hacerlo, sino hubiera bajado los brazos”.

La marcha recorrió las plazas de Marcial, Darío Pérez y se internó por Baltasar Gracián ante la sede local de la DGA, de ahí se encaminó a la Rúa de Dato y desembocó en la plaza del Fuerte, donde dos hijos de agricultores, Gema Casado (de Moros) y José Manuel Sebastián (de Aniñón) leyeron el manifiesto y las reivindicaciones de la cita. “Por nosotros y por el futuro del campo”, gritaron como conclusión desde el quiosco de la música.

Los organizadores esperan reunir al menos unos 80 tractores, a los que se sumarán más agricultores a pie de la comarca y de otras regiones.

Tras ellos dos se encontraban miembros y representantes de las cinco entidades organizadoras UAGA, UPA, Asaja, Araga y Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. “El problema territorial no está en Cataluña, está en la España vaciada y en el porcentaje de pueblos que se están quedando sin futuro”, subrayaba José María Alcubierre, secretario general de UAGA. Asimismo, reconocía que “agricultura y ganadería va a haber siempre, el problema es qué modelo queremos. Nosotros queremos que se apoye un modelo de explotación social, competitiva y que fijen población”.

Por su parte, Pere Roque, presidente Asaja de Lérida, ponía el foco en “un plan de arranque nacional de fruta de hueso”. Lo justificaba para que “los de 60 años tengan una jubilación digna, para diversificar y que los que se incorporen busquen cultivos alternativos”. Asimismo, argumentaba que “no puede ser que estemos produciendo con un coste de más de 30 céntimos y nos paguen entre 18 y 20 céntimos” y miraba hacía la imposición del veto ruso hace 5 años, pero también a las amenazas próximas: los aranceles del 25% en Estados Unidos y el 'brexit'. “España se juega que sus productos no lleguen a 700 millones de personas”.

Cerca de tres horas después de empezar la marcha desde el polígono de Mediavega de Calatayud, poco antes de las 13.00, la convocatoria se ha dado por concluida, sin incidentes y con las únicas afecciones puntuales al tráfico.

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