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La Cámara de Cuentas alerta de la alta tasa de temporalidad en el campus público

El último informe, de 2016, indica que el 48% de los empleados tenían un contrato laboral. Hoy son ya el 51,5%.

Acto de apertura de este año académico en la Universidad de Zaragoza el pasado septiembre.
Acto de apertura de este año académico en la Universidad de Zaragoza el pasado septiembre.
Guillermo Mestre

La alta temporalidad que hay en la Universidad de Zaragoza, tanto entre el personal docente e investigador (PDI) como en el de administración y servicios (PAS), preocupa y no parece que vaya a tener una solución a corto plazo. La Cámara de Cuentas alerta sobre este problema en su informe de fiscalización de las cuentas anuales del campus público de 2016. La situación incluso ha ido a peor desde entonces. Si hace cuatro años alrededor del 48% del total de los empleados universitarios tenían un contrato temporal (son contratados laborales, no funcionarios), este porcentaje se eleva hoy al 51,5%.

Según los datos que recoge el estudio de la Cámara de Cuentas, en 2016 el campus público contaba con 5.748 empleados con el siguiente desglose: 4.016 PDI (1.476 funcionarios y 2.540 laborales) y 1.732 PAS (1.543 funcionarios y 189 laborales). Actualmente, de acuerdo con los datos facilitados por la institución académica el pasado mayo, de los 6.158 trabajadores totales, 3.167 son contratados –3.000 profesores e investigadores y 167 de personal de administración y servicios– y los 2.991 restantes son funcionarios –1.445 PDI y 1.546 PAS–.

El informe del órgano fiscalizador subraya que la evolución del personal de la Universidad pública se caracteriza por un número cada vez mayor de personal laboral con una tendencia creciente desde 2008, frente al descenso del personal funcionario, especialmente entre docentes e investigadores. Así, el personal docente funcionario descendió de 1.660 a 1.476 entre 2011 y 2016, mientras los profesores laborales crecieron, en este mismo periodo de tiempo, de 1.781 a 2.029.

El documento destaca que entre los funcionarios se ha producido un incremento de la interinidad constante y que el 89% del personal laboral en 2016 era de carácter temporal.

La entidad académica ha reconocido en más de una ocasión que la alta temporalidad es una de las grandes dificultades a las que se enfrentan. La limitación que han venido estableciendo las diferentes leyes de presupuestos generales del Estado desde 2011 hasta la actualidad, mediante el establecimiento de una tasa de reposición de efectivos que vienen impidiendo realizar ofertas de empleo público, es una de las razones que imposibilitan reducir esta tasa de interinidad.

Aunque la Cámara de Cuentas reconoce que las cuentas anuales de 2016 de la Universidad son "conformes", en todos los aspectos significativos, con la normativa aplicaba a la gestión de los fondos públicos, también le da un tirón de orejas en algunos aspectos. Por ejemplo, asegura que incumplió el artículo de la LOU (Ley de Ordenación Universitaria), que establece que el personal docente e investigador con contrato laboral temporal no puede superar el 40% de la plantilla docente. Se situó en 41,51%, excluido el personal colaborador y emérito, los asociados en ciencias de la salud y el personal investigador.

También le achaca el informe una falta de control global de los distintos proyectos de investigación, para lograr un mayor rendimiento de los recursos disponibles y cumplir todas las exigencias legales, no solo las que se deben aplicar individualmente a cada gasto.

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