Gente de la tierra

"La borraja es la reina de las hortalizas de Aragón"

Ángel Gónzalez es, desde sus orígenes en 2012, el presidente de la Cofradía de la Borraja y el Crespillo de Aragón, que hoy participa en la Ofrenda de Frutos.

OFRENDA DE FRUTOS. BORRAJA CRESPILLO
La Cofradía de la Borraja, en la Ofrenda de Frutos.
Heraldo.es

Ataviado con su capa con capelina de color verde, tan característica de la Cofradía de la Borraja y el Crespillo de Aragón, su presidente, Ángel González, natural de Ainzón y vecino de Zaragoza desde hace años, participó hace unos días en la tradicional Ofrenda de Frutos de las Fiestas del Pilar, uno de los actos más emotivos para los miembros de este grupo gastronómico, que se fundó el 29 de febrero del año 2012 y cuenta con más de un centenar de miembros.

Acompañado de una treintena de socios, Ángel encabezó una de las comitivas más vistosas de este acto pilarista, ya que portaban un precioso centro, elaborado por Flores Aznar, tomando como base más de 300 kilos de borraja que fueron recogidos ese mismo día, a primera hora de la mañana, en la finca que los hermanos Mene tienen en Montañana.

«Es nuestro particular homenaje a la Virgen del Pilar. A la reina de todos los aragoneses le llevamos a su casa a la reina de las hortalizas de Aragón», indica Ángel González, quien se mostraba especialmente ilusionado, porque el grupo iba acompañado en su recorrido por los bombos, timbales y cornetas de los integrantes de los Ministriles de la Corona de Aragon.

Música para acompañar a una cofradía que nació hace siete años por una razón fundamental: cubrir el vacío que existía en Aragón en torno al mundo de las cofradías gastronómicas. «El grupo surgió gracias al interés de una serie de personas que creíamos en los productos de Aragón. En un principio, nos planteamos otros alimentos, como el Ternasco de Aragón, el Jamón de Teruel o la garnacha. Pero elegimos la borraja porque también somos unos entusiastas del aceite de oliva y ambos productos se consumen juntos. Además, queríamos que la borraja, una hortaliza deliciosa, dejara de ser una gran desconocida en el resto de España, ya que salvo en el valle del Ebro, apenas se consumía en otros sitios», matiza Gónzalez, un gran experto en el mundo del aceite de oliva.

Fue en este campo donde desarrolló su trayectoria profesional tras terminar sus estudios de Económicas en Barcelona. El también presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía es, además, un gran conocedor del rico patrimonio culinario aragonés y se encarga de transmitirlo en las decenas de charlas y conferencias a las que acude como representante de ambas asociaciones.

«Uno de los retos más importantes que nos propusimos a la hora de poner en marcha la cofradía es que no se perdieran las costumbres, leyendas y creencias que existían alrededor de este alimento. Todo en esta vida tiene unos orígenes y es importante no perderlos», matiza Ángel González, quien anima a apuntarse a todo aquel que lo desee (www.cofradiadelaborraja.es). También recuerda que en esta tarea están acompañados por los cofrades de honor, que eligen todos los años entre representantes del mundo cultural, económico y artístico español.

Una historia que, en el caso de la borraja, hay constancia de que su existencia se remonta, como mínimo a 150 años a. C. Así se comprobó en las ruinas del poblado íbero de Segeda, en la comarca Comunidad de Calatayud, donde se encontró una vasija con restos de borraja. Por esta razón, uno de los cuatro cuarteles de su escudo hace alusión a Caro de Segeda. En el otro cuartel, destaca un crespillo, dulce típico elaborado con las hojas tiernas y pequeñas de esta verdura. «Es un postre mágico que antiguamente se elaboraba el 25 de marzo, Anunciación de la Virgen, porque auguraba buenas cosechas», concluye.

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