Gallinas al aire libre y huevos con marca propia

Todo comenzó a principios de 2018. Por aquellas fechas a la cooperativa Los Monegros de Sariñena (Huesca), que aglutina a más de 500 socios que se dedican a la producción, transformación y comercialización de cereales y alfalfa, ya la rondaba por la cabeza la diversifación, no solo para llegar a más mercados sino porque aunque era una cooperativa totalmente agrícola, muchos de sus asociados son también ganaderos. Así que comenzaron a darle vueltas a las distintas posibilidades y en sus análisis descubrieron el incremento que está experimentando el mercado de huevos camperos, que la entrada en los canales de distribución exige volumen y, además, y lo más importante, que la producción encajaba perfectamente en la zona, con terreno para granjas de tamaño no excesivo y próximas a núcleos urbanos. Y al hacer números, comprobaron además que «por los costes de producción era una buena inversión», señala el gerente de la cooperativa José Miguel Ochoa.

Dicho y hecho. La asamblea aprobó en marzo de aquel año un plan de integración por el que la cooperativa pondría en marcha en una primera fase una granja propia de gallinas criadas en libertad y un centro para la clasificación, embalaje y distribución de huevos camperos. A partir de ahí favorecerá la integración de aquellos socios que deseen instalar una explotación avícola de estas características con capacidad para entre 7.500 y 15.000 animales. «En este caso se está pensando en facilitar la incorporación de jóvenes y de mujeres con el objetivo además de fijar la población», explica Ochoa.

El proyecto, a tres años, que que supondrá una inversión total de 6 millones de euros y se ha marcado como objetivo disponer de un complejo avícola de 165.000 gallinas, ha recorrido ya parte del camino.

Parcela de 21 hectáreas

La granja está operativa y dando sus primeras producciones. Instalada a unos cuatro kilómetros de las instalaciones de la cooperativa, ocupa una parcela de 21 hectáreas, de las que 15 héctareas están dedicadas al terreno al aire libre donde 40.000 gallinas ponedoras se mueven con libertad para picotear, escarbar o darse baños de arena. Un terreno en el que, como explica Ochoa, se han plantado almendros para que los animales dispongan además de sombra. «La mitad de los ejemplares llegaron en agosto y la otra mitad hace apenas unas semanas», explica el gerente de Los Monegros, que detalla que la primera comercialización de la huevos (todavía algo pequeños) han tenido como destino la industria, si bien el fin comercial de este proyecto es el consumidor final.

Quieren contar con marca propia. Y en ello está trabajando para que luzca en los lineales de los supermercados con el nombre de ‘Huevos camperos Cooperativa Los Monegros’ «a finales de este año o comienzos de 2020», detalla Ochoa, que, sin embargo, reconoce que una parte de la producción se comercializará con marca blanca y el resto con la suya propia. «El porcentaje de una y otra dependerá de la respuesta del mercado», puntualiza.

Llegarán después las granjas de los integrados. El proyecto ya ha calado en los socios, muchos de ellos acostumbrados a las labores ganaderas, porque, como señala el gerente, las incertidumbres que genera la nueva PAC está despertando el «interés y nuevas expectativas» por estas nuevas alternativas de negocio. Y ya son cuatro los productores que dispondrán, «previsiblemente en la primavera del año que viene», de nuevas instalaciones para la producción de huevos camperos. En conjunto, estas explotaciones (cuya inversión ronda entre las 500.000 euros y el millón) sumarán 40.000 gallinas.

No es el único proyecto en la que está embarcada la cooperativa oscense. Además la empresa, que desde 2018 cuenta con un plan de inversión de 5 millones de euros que desarrollará en cinco años, ha invertido 3,5 millones en el último año en la ampliación del centro logístico de Sariñena. Ahora tiene previsto acometer la modernización del secadero de Villanueva Sijena, no solo pensando en las producciones de maíz sino abriendo la posibilidad al secado de arroz.