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Los docentes interesados en dirigir un centro educativo de Aragón vuelven a bajar

Los inscritos en el curso de formación se habían duplicado en los últimos años, pero se ha registrado un nuevo descenso en 2019. 

Vuelta al cole en Parque Goya.
Vuelta al cole en Parque Goya.
ARANZAZU NAVARRO

Dirigir un centro educativo no es una tarea sencilla. Coordinar profesorado, personal administrativo, lidiar con las familiar y los alumnos... son solo algunas de las labores existentes. Éstas varían entre un colegio o un instituto. También son diferentes en los nuevos centros integrados implantados en Aragón. En ellos se imparten clases desde 1º de Infantil hasta 2º de Bachillerato. 

Para acceder a la dirección de cualquier centro educativo sostenido con fondos públicos es necesario cumplir una serie de requisitos, entre ellos, llevar más de cinco años como funcionario de carrera, estar en posesión de la acreditación para ejercer las funciones de director y presentar un proyecto que incluya los objetivos y las líneas de actuación que se seguirán cuando ocupe el cargo.

Según los últimos datos publicados en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) este año cerca de 80 docentes han obtenido este certificado que les permitirá, si lo desean, convertirse en directores de colegios o institutos de Aragón. En 2018 y 2017 se llegaba a los 100 interesados, pero los años anteriores ni siquiera se presentaban medio centenar. Es necesario actualizar este título cada ocho años. Desde el departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón consideran positivas estas cifras, puesto que implican un cambio de tendencia en comparación con 2015 y 2016. Además destacan que los participantes valoran positivamente su realización.

Desde el sindicato CSIF creen que este cambio se debe a la creación de nuevos colegios e institutos. Arcosur, Valdespartera o Parque Venecia son algunos de los barrios de Zaragoza que han estrenado instalaciones en los últimos años. “Todos estos nuevos centros necesitan un equipo directivo y para serlo es obligatorio el curso”, explica Mónica de Cristóbal, representante de Educación de CSIF Aragón.

No obstante, recuerda que algunos de ellos son integrados y que esto supone una carga adicional para la dirección del colegio. “Tienen que organizar un mayor claustro de profesores, con especialidades más variadas... sin embargo, el personal que se ha asignado solo ha aumentado en un jefe de estudios adjunto", explica De Cristóbal. Todo ello se une a un problema preexistente en la sociedad española: hay pocas candidaturas para los puestos de dirección. Para el actual curso académico, un total de 67 directores renovaron en su puesto de trabajo. Aún así, se tuvieron que buscar otros 185 docentes que asumieran la tarea de dirección. Hubo unos 40 seleccionados. 

La razón no es otra que las elevadas cargas de trabajo que conlleva y su aliciente económico. El director de un centro con entre 9 y 17 unidades (aulas) percibe al mes 500 euros brutos adicionales. Si el colegio tiene entre 18 y 26 esta cuantía pasa a 556 y alcanza los 614 cuando se superan las 27 unidades. Centros con más de 54 unidades, que es donde se marca el siguiente cambio en la nómina, casi no existen en Aragón. “Este complemento lleva sin actualizarse durante muchos años”, lamenta De Cristóbal.

Además, recalca que el número de unidades que se tiene en cuenta es el de las registradas en el documento de creación del centro. Pone como ejemplo, Arcosur, un colegio que se creó con tres vías por curso, es decir, 27 unidades; pero en el que actualmente se imparte clase al triple de alumnos. “Sin embargo, los complementos de los equipos directivos no han variado, ya que la DGA asegura que la normativa estatal no lo permite”, subraya.

Otra deficiencia se encuentra en la confección del equipo directivo. “Un director no debería presentarse solo. Necesita un secretario y un jefe de estudios que tengan una misma visión de lo que quieren hacer en el centro”, explica De Cristóbal. Una cuestión que cada día es más complicada puesto que este personal percibe un complemento inferior al del director y además no lo consolida después de haber ejercido el puesto. Es decir, durante su función recibe entre 230 y 360 euros brutos mensuales (dependiendo del número de unidades), pero después no tiene ningún complemento. Por el contrario, tras cuatro años dirigiendo un centro, la persona encargada sí que consolida el complemento correspondiente.

Un déficit crónico

El último informe del Consejo Escolar de Aragón recogió la problemática existente a la hora de conseguir candidatos para dirigir un centro educativo. En aquel momento, en el 63% de los centros públicos no se presentó ningún candidato. Los mayores problemas se dan en los colegios rurales (los CRA), donde fue necesario nombrar “a dedo” al 72% de los directores, seguido de los colegios de educación infantil y primaria, donde esta situación se dio en el 67% de los casos.

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