Un cruce de cartas por los cargos de la FEMP recrudece la división del PSOE aragonés

La división en el PSOE va a más, esta vez por un cruce de cartas entre Zaragoza y Huesca a la hora de explicar quién tiene la culpa de que el partido regional haya quedado fuera de la junta de gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Este rifirrafe es solo la punta del iceberg de un desencuentro que no se intenta disimular ni siquiera en precampaña electoral. El propio presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pudo comprobar las "vicisitudes orgánicas" el martes, durante su visita a Aragón, en la que tuvo que defender a Susana Sumelzo como cabeza de lista al Congreso por Zaragoza de quienes querían apartarla del cartel por "falta de arraigo".

Las cartas de Juan Antonio Sánchez Quero, secretario provincial del PSOE en Zaragoza, comenzaron a llegar a los alcaldes de Huesca el martes. El también presidente de la Diputación quería "compartir información relevante" respecto a la asamblea de FEMP, para desmentir a los medios que achacaron a la división interna que se quedaran fuera del órgano de Gobierno de la federación. Remitía la misiva como "persona designada para llevar a cabo las negociaciones", una condición que, también por carta, la secretaría de Organización del PSOE de Huesca rechazó. "En ningún órgano autonómico del PSOE en el que está representada la Federación Altoaragonesa se discutió sobre la asamblea de la FEMP ni se designó un negociador", advirtieron. De hecho, aseguraron que la designación llegó a través de un mensaje de teléfono móvil.

Así asignó Lambán a Sánchez Quero el rol de negociador, que defendió, como propuesta de Aragón, que Zaragoza entrara en la junta de gobierno; Teruel en la comisión de despoblación y Huesca en la Comisión Territorial, apeando al alcalde de Huesca, Luis Felipe, del órgano de decisión.

Sánchez Quero recordaba en su carta que la "compañera" Susana Sumelzo representa a la Federal que decidió "la ausencia de socialistas aragoneses en la junta de gobierno de la FEMP". La cabeza de lista al Congreso por Zaragoza replicó que demostró su "buena voluntad" admitiendo que le designaran interlocutor a través de un "wasap". Sumelzo reprochó, además, que la versión del comunicado "no tiene sentido ni se corresponde con las reuniones que se produjeron en Madrid".

En el comunicado remitido por Sánchez Quero a los socialistas oscenses omitió su propuesta de que el puesto en la junta de gobierno de la FEMP fuera para Zaragoza. Tampoco incluyó que no atendió a los medios de comunicación que solicitaron su versión. Aunque aseguró que "respetó" la decisión de Madrid y se comprometió a "trabajar", tuvo que ser la Ejecutiva Federal la que designara a la alcaldesa de La Almunia, Marta Gracia, para el Consejo Territorial al negarse Sánchez Quero a facilitar el nombre.

El lío de la FEMP es solo un desencuentro más. Tras ganar las elecciones, el primer rifirrafe se produjo cuando los oscenses pidieron que se incluyeran, como puntos "ineludibles" en la negociación, la mejora de las carreteras, la creación de un servicio autonómico de bomberos e inversiones en el sector de la nieve. En el reparto de cargos en el cuatripartito, senadores autonómicos incluidos, la fortuna fue esquiva con Huesca, a la que se dirigió Javier Lambán en un Comité Regional en el que advirtió que "a nadie se le va a tolerar ni un ápice de quebranto de la unidad y la coherencia" en su partido.

Su llamada al orden dividió al partido aún más. La crisis de la FEMP ahondó la brecha con Huesca y la petición de relevo de Sumelzo, la de Ferraz. Y todo en víspera de la visita del líder del PSOE, Pedro Sánchez, que defendió sin ambages a Sumelzo, se mostró muy cómodo con los altoaragoneses y mantuvo el tipo en Zaragoza, en un partido con fisuras a solo 50 días de que los ciudadanos vuelvan a las urnas.