Eduardo Ros: "El veneno por la Astronomía me entró viendo las estrellas en Villamayor"

Astrofísico, nos enseñó la primera fotografía de un agujero negro, una enorme proeza científica

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Eduardo Ros, con el póster oficial de la primera fotografía de un agujero negro
E. Traianou

Cuando le preguntas si es posible que exista un agujero de gusano, el que permite viajar en el tiempo, Eduardo Ros (Zaragoza, 1969) deja abierta una puerta a la imaginación, porque "matemáticamente es posible, pero no sé si haberlos haylos. Las teorías como las que lo postulan de momento no son falsables, no podemos comprobarlas. Entonces, desde el punto de vista científico, no lo sé". Lo dice quien descubrió de niño las estrellas mirando el cielo de Villamayor, un universo infinito que siempre ha querido desvelar y que le llevó a estudiar Física en la Universidad de Zaragoza, a doctorarse en Valencia, a ahondar en ese mundo aún sin desvelar y que abrieron antes sabios como Einstein.

Es uno de los científicos destacados del Instituto ‘Max Planck’ de Radioastronomía en Bonn, por el que tuvo que dejar "la dirección del Observatorio de la Universidad de Valencia, porque era incompatible con mi ausencia, aunque sigo adscrito a la institución como externo durante mi excedencia como profesor titular de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia". 

"Echo de menos España, Zaragoza, Valencia, pero en Alemania tengo unas magníficas condiciones de trabajo"

Su trabajo se centra en el campo de la astrofísica observacional, y fue uno de los hombres que presentó al mundo la primera imagen de un agujero negro, una mole gigantesca, una región oscura y desgajada del espacio-tiempo, tan pesada como 7.000 millones de soles; un agujero negro supermasivo situado a 55 millones de años luz de la Tierra. Una imagen que abrió informativos en todo el mundo, de la que se hicieron decenas de ‘memes' y se habló en todo tipo de programas de radio y televisión. Un logro humano sin precedentes en el que 200 científicos de varios países trabajan codo con codo para desentrañar los misterios del Universo. Porque, dice, su objetivo es entender cómo funciona la naturaleza "y nos alegra ver en la gente más joven su interés y sus ojos de emoción, porque la física y las matemáticas son difíciles pero esto ayuda a estudiarlas". A contar la ciencia que de momento parece que no tiene aplicación útil, "pero cuando se descubrió lo que hoy es el GPS o el láser no se sabía que lo era. Porque la ciencia básica es fundamental".

Vive en Bonn, sigue al Real Zaragoza "siempre, siempre, y ahora ¡seguro que va a mejorar"», y echa de menos "Zaragoza, y Valencia, su playa, pero es que aquí tengo unas magníficas condiciones de trabajo".

Una imagen de un agujero negro es una proeza histórica.

Lo hicimos. Lo pudimos anunciar despues de estar muy seguros el pasado 10 de abril. Tuvimos que hacerlo en 6 conferencias de prensa simultáneas en el mundo, y fue un pequeño problema poder cuadrar el horario porque donde en un sitio es de día, en el otro es de noche. Yo estuve en la de Bruselas, a las 15,07 horas, en la sede de la Comisión de la Unión Europea y mientras la hacíamos en la planta baja, en la de arriba estaban los cancilleres en una cumbre sobre el ‘brexit’. Y a pesar de todo ello conseguimos tener un buen impacto social.

La cara y la cruz de la vida: el agujero negro y el brexit; el pasado del Universo y...

Sí hay un contraste, desde luego. Mientras 200 científicos del mundo se ponen de acuerdo en mirar el Universo, los políticos van a sus intereses. Bueno, todo depende de lo que cada uno defiende y lo mío es la ciencia.

Es una gran contraposición.

Hay que decir también que son los propios políticos quienes facilitan nuestro trabajo. Lo importante es que nuestras preguntas son las fundamentales: cómo funciona la naturaleza, y en los agujeros negros vemos los límites del espacio y del tiempo. Ahí está la naturaleza en todo su esplendor y con toda su magia. Nosotros trabajamos en equipo, porque usamos telescopios en todo el planeta y tenemos que ponernos de acuerdo para observar todos a la vez, en el mismo día y hora Es un trabajo internacional de cooperación.

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Primera imagen oficial de un agujero negro
HA

Einstein no pensaba que pudieran existir aunque sus ecuaciones los predecían, fueron imaginados por él a inicios del siglo XX y en los años setenta teorizados por Stephen Hawking.

La idea de que la gravedad curva la luz sale de la Teoría de la Relatividad, pero la de que se lo come todo se desarrolla en los años setenta, y hay distintas. John Archibald Wheeler es quien inventa el término de agujero negro en los sesenta, y otros científicos van refinando la teoría. Nos ha costado 20 años desarrollar nuestro telescopio, colocar todos los que lo componen por el mundo, llevarlos a los sitios más remotos, y ya en 1997 podíamos observar. Hay que tener mucha paciencia en ciencia, perseverancia, en Aragón le llamamos tozudez, y tenemos a gente como Ramón y Cajal. La paciencia es verdad que es la madre de la ciencia y en este caso refinando y desarrollado nuevas técnicas, instalar telescopios en sitios sin fibra óptica, como el desierto de Atacama en Chile.... Nos ha costado años entender que lo que teníamos eran fotos del agujero negro, y fue el verano pasado cuando sabíamos que teníamos la imagen y tuvimos que mantener el secreto hasta abril 200 personas, porque había que verificarlo, contrastarlo. Y eso sí que era un sufrimiento, saber que tienes algo magnífico y no poder mostrarlo. Y saber que no te has equivocado.

"Fue un sufrimiento tener que callar durante un año que teníamos una imagen de un agujero negro, pero en ciencia todo hay que verificarlo"

Cuánto tiempo lleva en Alemania, en la investigación de los agujeros negros.

Hago otras cosas, porque también estudio sobre las galaxias, supernovas. Llevo o 21 años o 6, según se mire, porque vine hace 21 y después me fui. Soy profesor titular de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia, en excedencia desde hace 6 años que vine a Bonn al l Instituto Max Planck de Radioastronomía, en el Telescopio de Horizonte de Sucesos (EHT), el consorcio internacional que ha llevado a cabo estos trabajos.

Pero usted estudió en Zaragoza.

Sí, estudié Física pero quise hacer mi tesis en Astronomía y tuve la opción en la Universidad de Valencia. Yo estuve de erasmus en Alemania y durante la tesis fui también bastante, y a Harvard (Estados Unidos), y el posdoctoral lo hice en Alemania, donde acabé estando 13 años. Volví a Valencia pero regresé, aunque es cierto que echo de menos mi país, Zaragoza, Valencia y estoy aquí porque las condiciones de trabajo son magníficas.

¿Podría desarrollar su trabajo aquí, donde hay observatorios destacados, como el de Javalambre o Sierra nevada?

Es cierto que en España hay observatorios que son esenciales para nuestro trabajo, pero lo que hacemos, precisamente, es coordinar muchos observatorios a la vez: hay que ir a Sierra Nevada, comprobar que va bien, pero a la vez hay que ir a otros, como el de Arizona, Atacama… porque necesitamos el trabajo de muchos telescopios de forma simultánea. Nuestras observaciones son con radiotelecopios, y en Alemania tenemos el más grande, con 100 metros de diámetro pero hay demasiada humedad para ver el agujero negro y hay que ir a sitios más cálidos como el desierto, el de Atacama (Chile); o también a Pico Veleta en Sierra Nevada.

Cómo funcionan.

Es interesante porque observamos en una hora concreta con un reloj atómico, y queda registrado en un disco que nos mandan a Bonn en cajas, porque grabamos en petabyte (millones de millones de millones de veces de lo que nos hace en un teléfono móvil: todas las fotos que hay en Facebook equivalen a apenas 1,5 PB, y Google procesa diariamente 20 PB de datos si se suman todas sus operaciones). Se manda en un avión a Bonn y nosotros ordenamos y combinamos todos los datos y ahí simulamos un telescopio virtual a posteriori.

Mirar los agujeros negros es analizar lo que fuimos, somos y nos puede pasar.

Las teorías de la naturaleza funcionan hasta cierto grado. Nosotros en un agujero negro vamos al extremo más extremo de la naturaleza y vemos que lo que dijo Einstein funciona, y es deslumbrante. Vamos casi a los límites de la ciencia porque los agujeros negros están en el límite del espacio-tiempo, que se degrada de tal manera que ya no podemos ver mas allá. Y esto me fascina. Hay quienes dicen que no existen, pero de momento la foto nos dice que si no existen hay algo que se parece mucho.

"Tuve muy buenos profesores de Física y Matemáticas en el IES 'Pedro de Luna' y gracias a su esfuerzo estoy donde estoy"

Cómo se enamoró de la Astronomía.

Porque tuve muy buenos profesores en el instituto ‘Pedro de Luna’, en la Magdalena, y por la Agrupación Astronómica Aragonesa, que tenía su sede entonces en las Delicias. Recuerdo que íbamos a Villamayor a ver las estrellas, a ver las constelaciones, cuando estaba en la EGB, y ahí me entró el veneno por la Astronomía. Como soy perseverante aquí estoy.

Del ‘Pedro de Luna’ han salido muchos nombres de la cultura.

También del ‘Goya’. Yo tuve muy buenos profesores de Física y Matemáticas y agradezco su esfuerzo porque estamos por aquí muchos. Me crié frente el Matadero. Con los años supe que ahí había estado la antigua universidad, y eso impone. Después me fui a Valencia porque hay un departamento de Astronomía y Astrofísica que hacen teoría pero también observaciones; y cuando me fui aun no habían terminado la autopista.

¿Viene a Zaragoza?

De vez en cuando. Suelo ir a España en vacaciones y mi madre entonces está en el Pirineo o en la playa, en Tarragona, por lo que voy menos a Zaragoza, pero cuando lo hago veo a mis amigos, disfruto del Ebro. La ciudad ha cambiado mucho, y cuando llegas de fuera ves que está muy bien, con el tranvía, las bicicletas, la ribera. Suelo leer HERALDO, de siempre porque mi madre es suscriptora, y también porque soy zaragocista. Fui a ver a mi equipo hasta que marché a Valencia. ¿Sufrir?, bueno, el fútbol hay que tomarlo como lo que es, y el Zaragoza mejorará, seguro. Además, uno no se cambia de equipo, sigue siendo siempre del de su corazón.

¿Acabaremos viviendo en algún planeta? 

Tal vez en algún momento se consiga tener bases en la Luna, o terraformar Marte, o llegar más allá, pero no va a ser pronto. Por desgracia el universo es enorme, y l viaje a cualquier otro sistema solar con nuestra tecnología toma demasiados años para escalas humanas. Si conseguimos que nuestra civilización no se autodestruya, el ser humano podría empezar a expandirse por el universo, pero de momento tendremos que ser pacientes.  

¿Sigue mirando las estrellas?

Sí. Desde las montañas del Sistema Ibérico o del Pirineo, también de los lugares que vamos a observar con nuestros radiotelescopios. Es especialmente inolvidable el cielo canario y el del altiplano chileno, sin contaminación lumínica. A pesar de todos los telescopios que tenemos, la visión más fascinante y perturbadora, la más satisfactoria es la del cielo amplio a simple vista en una noche despejada. Sí, la que nos permite soñar.

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Eduardo Ros, durante la rueda de prensa en Bruselas en la que se hizo el anuncio de la primera fotografía de un agujero negro.
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