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Muere Ignacio Zorita, apoderado y empresario taurino

Gestionó las plazas de Zaragoza, Huesca y Vistalegre, entre otras, y apadrinó a figuras máximas del toreo.

Presentación de los nuevos accionistas del Real Zaragoza / Foto: Jose Miguel Marco
Ignacio Zorita
José Miguel Marco

Lágrimas en el albero de La Misericordia, en el de Vistalegre, en el mundo del toro . A primera de la mañana de este domingo fallecía tras una larga enfermedad Ignacio Zorita, un nombre fundamental para entender la fiesta del toro en el Aragón contemporáneo. Apoderado y empresario taurino, gestionó los cosos de tronío en Aragón e incluso el de Vistalegre en Madrid. Su nombre, por encima de todo, irá ligado al respeto máximo hacia el toro y el torero.

Nacido en Castronuño (Valladolid) en 1947, ignacio Zorita López desarrolló su vida en Zaragoza. Apasionado del toro, hizo sus pinitos como aficionado práctico. De la arena saltó al burladero y al despacho. Triunfó como apoderado, guiando los destinos de primeros espadas de alta alcurnia, como Curro Vázquez o Antonio Ferrera. También apadrinó a Salvador Vega, José Pacheco 'el Califa', Morenito de Aranda y el aragonés Jesús MIllán. No solo apoyó a Millán, sino que se volcó con toreros de la tierra: puso en el cartel de Zaragoza a Paul Abadía 'Serranito', a Carlos Gallego, a Ricardo Torres, a Alberto Álvarez. Siempre empeñado en que Aragón tuviera un torero en lo más alto, su última apuesta fue el novillero Jorge Isiegas, promesa a la que empujó hasta que Zorita cayó enfermo hace ahora dos años.

Como empresario, trajo hasta el coso de La Misericordia a lo más alto del escalafón: desde el Juli a Ponce, pasando por Morante y Castella. También se mojó por Huesca. Menos Teruel, tocó todo en Aragón: Calatayud, Tarazona, Barbastro, Calanda... El cénit personal lo alcanzó como gerente de la plaza de Vistalegre en Madrid.

También acompañó en la aventura futbolística al empresario Mariano Casasnovas, integrando el grupo de empresarios que asumieron el control del Real Zaragoza entre Agapito Iglesias y la actual propiedad. 

Pero su gran pasión siempre fue el toro. Todo este amor por el toreo se lo trasladó a su hijo Raúl, el torero aragonés que un día hizo el paseíllo en la plaza de Las Ventas de Madrid junto a Enrique Ponce y César Ríncón. Lo más de lo más. Repito: Ponce, Rincón y Zorita hijo. Mucha casta, los Zorita. Todo eso acaba de perder Aragón en esta mañana de domingo. 

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