PROTECCIÓN CIVIL

¡Atención, emergencia! Lo que debes saber como ciudadano

¿Qué supone el confinamiento de los vecinos ordenado el pasado lunes en varias pedanías de Sabiñánigo? ¿Qué otras medidas se pueden adoptar para proteger a la población en caso de emergencia? Conviene conocerlas porque, aunque es muy improbable, lo peor puede acabar sucediendo.

Los incendios son las emergencias más habituales en Aragón. En la imagen, el que en febrero de 2012 obligó a desalojar cinco poblaciones en el valle de Castanesa.
Los incendios son las emergencias más habituales en Aragón. En la imagen, el que en febrero de 2012 obligó a desalojar cinco poblaciones en el valle de Castanesa, en el Pirineo oscense.
Ángel Sahún / EFE

El pasado lunes, el accidente de un camión cisterna que transportaba cloro y volcó en la autovía A-23 a la altura de la localidad oscense de Lanave provocó que el Gobierno de Aragón ordenara el “confinamiento” de los vecinos de esa y de otras pedanías de Sabiñánigo.

Fue una medida preventiva adoptada debido a la peligrosidad del cloro y ante la posibilidad de que durante la recuperación del camión se produjera una fuga. Pero ¿qué supone el confinamiento de una determinada población? ¿qué otras medidas pueden adoptarse para proteger a los ciudadanos en caso de emergencia? Conviene estar familiarizado con ellas porque, aunque es muy improbable que pase, lo peor puede acabar sucediendo, y entonces hay que saber a qué atenerse.

El confinamiento

La medida del confinamiento consiste en hacer que una población potencial o directamente afectada por una amenaza permanezca en el interior de sus domicilios o de otros edificios que sean seguros y adopte las medidas de autoprotección necesarias para ese tipo de emergencia en concreta.

“A pesar de su sencillez, el confinamiento puede ser muy eficaz, ya que dentro de los edificios se reducen en gran medida los efectos del humo de un incendio, de una nube tóxica o de otras posibles amenazas como las radiaciones, destaca el jefe del servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero, quien subraya que para que esta medida de protección sea segura hay que refugiarse “en construcciones que sean lo más sólidas posible, no dentro de un vehículo”.

Además, la población afectada por una orden de confinamiento debe adoptar las medidas de autoprotección que se le indiquen en función del tipo de amenaza. “Normalmente se recomienda cerrar bien puertas, ventanas y persianas para que en los edificios entre la menor cantidad de humo o de gas tóxico posible”, explica Clavero.

El alejamiento

Otra de las medidas de protección que pueden adoptar las autoridades en caso de emergencia y que suele ir asociada a amenazas que se propagan a través del aire es el alejamiento. Consiste en hacer que la población potencial o directamente afectada se traslade de zonas expuestas al riesgo a lugares seguros utilizando sus propios medios.

“Podría decirse que el alejamiento es como una evacuación para un periodo de tiempo más corto”, señala Clavero. “Tiene la ventaja de que la población trasladada normalmente es menor y de que además se mueve con sus propios medios, por lo que se puede aplicar más rápidamente”. Lo recomendable es que los ciudadanos se alejen en dirección transversal y/o opuesta a la del viento, y por su celeridad se trata de una medida que también puede ser aconsejable cuando hay riesgo de que explote una cisterna que almacena gases licuados a presión y sobrecalentados.

La evacuación

La evacuación es el traslado planificado de una población afectada por una emergencia a otro lugar que sea seguro. Esta medida de protección se decide cuando el alejamiento es insuficiente o cuando se prevea que va a tener que mantenerse por un tiempo prolongado. Por eso conlleva también la atención a esas personas durante el periodo que dure el desalojo.

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El municipio zaragozano de Pradilla de Ebro, desalojado durante la gran riada de febrero de 2003.
Oliver Duch

“Siempre que se produce una evacuación hay personas que se van por sus propios medios, de forma voluntaria o espontánea, y personas que tienen que utilizar los medios de transporte que las distintas administraciones ponen a disposición de los afectados”, recuerda el jefe del servicio de Protección Civil de la DGA, quien recuerda que todas estas medidas de protección de la población son de obligado cumplimiento. “Los responsables del plan de protección civil que ordenan el confinamiento, el alejamiento o la evacuación son agentes de la autoridad, como también lo son los servicios de emergencias que intervienen en la zona afectada y, por supuesto, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”, recalca.

Información y avisos a la población

Aunque parezca obvia, la información a la población potencial o directamente afectada por una emergencia tiene una importancia trascendental dadas las funestas consecuencias que pueden tener los bulos, los rumores, el desconocimiento... Por eso en estas situaciones el Gobierno de Aragón informa siempre a los ciudadanos sobre el riesgo existente, sobre las medidas de obligado cumplimiento que puedan decidirse y sobre las medidas de autoprotección que deben adoptarse.

Otras medidas más específicas

No se trata de alarmar, pero también conviene conocer que el plan de Protección Civil para riesgos radiológicos prevé otras medidas de protección de la población tan específicas como la profilaxis radiológica (la ingesta de compuestos químicos estables que tienen un efecto reductor sobre la absorción de radiaciones por determinados órganos); la descontaminación de personas y equipos; la estabulación del ganado para proteger la cadena alimentaria...

Estas medidas recuerdan a la popular serie de televisión 'Chernobil', pero hay que ser consciente de que las administraciones deben estar preparadas para cualquier tipo de emergencia. “Hace unos meses tuvimos que activar el plan de Protección Civil para riesgos radiológicos porque apareció lo que nosotros llamamos una 'fuente huérfana', una aparato que utiliza una fuente radiactiva y que fue localizada por una persona que, al ver el símbolo de la radiactividad, dio la voz de alarma”, explica Clavero sin dar más detalles. “Evidentemente no pasó nada, pero se activaron todos los protocolos porque siempre hay que actuar pensando en que puede suceder cualquier cosa”.

Previsión, prevención y planificación

Esta última reflexión alude a varios de los puntales de la Protección Civil: la previsión, la prevención y la planificación. “Cuando por desgracia se produce un gran incendio o una inundación, la gente se queda sobre todo con la intervención para atender a las víctimas y minimizar los daños. Sin embargo, detrás de todo ese operativo hay una importante labor previa de previsión, de prevención, de planificación y de formación dirigida a garantizar que la respuesta a la emergencia sea lo más adecuada y efectiva posible”, destaca el jefe del servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón.

Ese trabajo previo es el que permite que haya un protocolo claro y ordenado para cada tipo de emergencia que coordina bajo un mando único a todas las administraciones implicadas. Y también hace posible que, por ejemplo, cuando se decide una evacuación los responsables del operativo dispongan inmediatamente de un listado de alojamientos a los que se puede trasladar a los afectados. “Para entonces también tenemos en prealerta los autobuses necesarios para trasladar a esas personas, o sabemos en qué pabellones o colegios podemos confinar a los vecinos de otra población cercana que no se puede desalojar porque para hacerlo hay que atravesar un frente de fuego”, explica Clavero.

Y es que, a pesar de todos esos protocolos y esa planificación, las medidas de protección que se adoptan en cada emergencia dependen de múltiples factores que se sopesan en ese determinado momento. “El pasado viernes nos llamó un vecino de Ipiés extrañado de que allí no hubiéramos confinado a los vecinos, pero es que Ipiés estaba en dirección contraria de hacia donde soplaba el viento, así que aunque se hubiera producido un fuga de cloro no hubiera corrido peligro”, pone como ejemplo Clavero.

En cambio, en Lanave, Hostal de Ipiés, Arto, Latrás, Lasieso, Castillo de Lerés y Baranguá sí se ordenó el confinamiento preventivo porque, tras hacerse una simulación de una posible nube tóxica, se consideró que esos núcleos sí que se verían afectados

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