infancia
La adopción internacional casi desaparece por las trabas de los países y las esperas
Este año solo ha llegado un niño extranjero a un hogar aragonés, aunque se espera que puedan hacerlo más a lo largo del último trimestre. La niña india abandonada continúa bajo la tutela del Gobierno aragonés
En poco más de una década, el número de niños adoptados en Aragón se ha desplomado un 91,5%. En 2007 llegaron a sus nuevos hogares en la Comunidad 142 menores de otros países, mientras en 2017 solo lo hicieron 5 (el mínimo registrado hasta ahora) y el año pasado 12, según los datos facilitados por el Gobierno aragonés. En lo que va de 2019, únicamente una familia ha podido adoptar a un pequeño extranjero, aunque, según el Ejecutivo autonómico, en breve van a llegar más niños que, de momento, «no se pueden contabilizar».
La crisis económica, las restricciones cada vez mayores por parte de los países de origen (como es el caso de China y Rusia), el cierre de otros a las adopciones por parejas homosexuales y las largas esperas durante el proceso explican en gran parte este descenso.
La portavoz de la Asociación de Familias Adoptantes de Aragón (Afada), Mercedes Navarro, apunta también como otro motivo que las familias son cada vez más conscientes de que la adopción "no es un camino de rosas" y que puede discurrir "por caminos difíciles", al igual que puede ocurrir con un hijo biológico. Además, cada vez hay menos niños en situación de ser adoptados de corta edad, como prefieren muchos padres.
Hay otras voces que también empiezan a relacionar esta tendencia con el incremento de la gestación subrogada, una práctica que se conoce popularmente como vientres de alquiler, pues aunque no es legal en España se recurre a ella en el exterior.
El parón de las adopciones internacionales también se traduce en el cada vez mayor número de solicitudes: en 2013 se registraron 76 y el año pasado, 28.
"Mayor margen de seguridad"
El nuevo reglamento de adopciones internacionales, que llevaba pendiente desde 2015 y que unifica los criterios de estos procesos en todas las comunidades autónomas, entró en vigor a principios del pasado julio.
Para Navarro, su aplicación no va a variar "sustancialmente" el tiempo que se prolongan los procesos (de dos a seis años), pero sí va a establecer "un mayor margen de seguridad". "Antes las comunidades tramitaban directamente con los países la documentación y cada una decidía con qué países trabajaba, un aspecto que ahora se va a centralizar", explicó. También valoró positivamente que se regule el número de expedientes que se tramitan con cada país, para evitar así que se produzcan saturaciones y las tramitaciones se alarguen aún más.
Otro cambio es que las entidades colaboradoras serán acreditadas por el Ministerio de Sanidad y podrán desarrollar su actividad en todo el territorio nacional. El control de su funcionamiento será compartido por las comunidades y Madrid. La portavoz de Afada también reclamó que "de verdad" se ponga en marcha un contrato único con estas organizaciones y se unifiquen y "controlen" los costes de los trámites.
La niña india abandonada sigue bajo la tutela de la DGA
La niña india que fue abandonada en Zaragoza por sus padres adoptivos tras averiguar que tenía 13 años, y no 7 y 11 meses como decía su documentación oficial, sigue bajo tutela del servicio de Atención a la Infancia y a la Adolescencia del Instituto Aragonés de Servicios Sociales.
Su caso saltó a la opinión pública hace ahora un año y tuvo una gran repercusión nacional y en los periódicos del país asiático. Según han confirmado fuentes del Ejecutivo autonómico, la chica continúa bajo su protección y se está en "permanente contacto con la Embajada india". En las primeras semanas las autoridades indias mostraron su deseo de que regresara a su país.
Desde la DGA siempre se ha insistido en que lo que prima es el interés superior del menor. En las primeras semanas se recibieron decenas de ofrecimientos de familias de toda España para adoptarla.
A raíz de este caso, el IASS revisó el procedimiento por el que como entidad pública da su conformidad a las preasignaciones de un niño que proponen las organizaciones de adopción internacional. Concluyó que este era «correcto». El protocolo de actuación consiste en que un equipo psicosocial revisa la documentación y solicita, si considera necesario, la información adicional sobre el pequeño . Además, se solicita la verificación de la documentación a un pediatra, mientras el equipo psicosocial comprueba igualmente las condiciones de idoneidad de la familia antes de conceder la conformidad.
