Aragón perderá por segundo año consecutivo los diez millones de euros que el Ministerio de Fomento debería destinar a desviar el tráfico pesado a la AP-2 en Zaragoza para reducir la elevada siniestralidad que registra la N-II entre Pina de Ebro y Fraga, por la que circulan entre 6.000 y 7.000 camiones al día. Un informe de la Intervención General del Estado refleja que, a 30 de junio, la partida presupuestaria nacional para ampliar las bonificaciones en Aragón sigue intacta, mientras el Ejecutivo central ha destinado ya 2,4 millones a compensar el desvío de camiones de la N-II, N-240 y N-340 a la AP-2 y AP-7 en Cataluña, y ha elevado el dinero para estas ayudas de 9,1 millones a 15,1.

La contribución de Fomento a desviar el tráfico de las nacionales a las autopistas en Aragón se limita a los 729.858 y 889.719 euros que ha destinado en el primer semestre a bonificar los peajes de la AP-68 de Zaragoza a Gallur (AP-68) y de la AP-2 de Alfajarín y Fraga, respectivamente. Al agravio que supone no activar la rebaja del peaje en la AP-2 que incluyó el PAR en los Presupuestos del Estado de 2018 se suma que la ayuda estatal para bonificar las autopistas es menor en Aragón, donde asume el 25% del coste, frente al 50% que aporta en Cataluña y el 40% que da en La Rioja.

Aragón es, además, la única de estas tres autonomías que ha rechazado prohibir que los camiones circulen por la N-II y la N-232 hasta que el coste para los transportistas sea mínimo y el Estado aumente su aportación. En los últimos meses han surgido dudas sobre la legalidad de obligar al tráfico pesado a circular por las autopistas a cambio de bonificaciones tras una sentencia del Tribunal Supremo que las declaró nulas en La Rioja.

Con un peaje blando en las autovías, Fomento rebajaría el coste de las autopistas. Aún así Vertebración espera que la AP-2 y la AP-68 sean gratuitas en 2021 y 2026, al expirar las concesiones.

Aragón rechaza el pago en sus autovías por el «agravio histórico» que sufren en su ejecución