senderismo

Del Hospital de Benasque al Forau de Aiguallut y la presa de Llauset

Larga ruta, con buena parte de su recorrido por alta montaña, siguiendo el sendero GR 11.5 desde el Hospital de Benasque y La Besurta hasta el Forau de Aiguallut y la presa de Llauset.

Hospital de Benasque, punto de inicio de la ruta.
Hospital de Benasque, punto de inicio de la ruta.
Archivo Prames

Arribamos al Hospital de Benasque (1.750 m de altitud), antiguo refugio de viajeros y peregrinos, hoy convertido en un moderno hotel. Tras el Plan de l’Espital, se pasa junto a la bifurcación del Portillón de Benás (paso a Francia) y se asciende suavemente hacia el Plan d’Están (1.850 m), humedal de alta montaña que, tras la fusión de la nieve, se convierte en una inesperada laguna temporal.

Cruzamos la pista de acceso al refugio de La Besurta (1.900 m), poco antes de alcanzar su aparcamiento y bar (1 h). En verano el acceso a la pista está restringido y hay un servicio de autobuses que llevan hasta La Besurta (información aquí). Desde aquí arranca una frecuentada senda que, de inmediato, se planta en el desvío variante de Aiguallut que accede al Forau de Aiguallut sin pasar por el centenario refugio guardado de La Renclusa.

Las aguas en fusión del glaciar del Aneto discurren hasta la cascada de Aiguallut. Allí el agua se desploma en un vistoso salto de agua y se filtra, metros más abajo, en el Forau de Aiguallut, a donde llegaremos desde La Besurta en una media hora, tras recorrer 1,5 kilómetros por el Plan Baixo d'Aiguallut. Desde el salto, seguimos el sendero atravesando el Plan Alto d'Aiguallut (2.040 m), con extensa pradera –cubeta de origen glaciar completamente rellena de sedimentos– en la que el río serpentea. Una palanca nos ayudará a cruzarlo en el final de la pradera, dejando a la derecha el enlace de la variante que viene del refugio de La Renclusa. Las vistas hacia el Aneto (3.404 m) y sus glaciares se encuentran entre las más conocidas de los Pirineos.

Tomando como guía al río que desciende de Barrancs, se inicia una dura subida en la que comenzará a escasear la hierba y el universo mineral de los granitos se adueña de todo el paisaje. Por incómodos bloques y piedras se alcanza la Colladeta de Barrancs (2.481 m, 4 h 5 min), próxima al peculiar y alargado ibón de Barrancs.

Presa de Llauset, final de la ruta.
Presa de Llauset, final de la ruta.
Archivo Prames

Queda una importante tirada hasta el collado de Salenques (2.809 m, 5 h aprox.), al que llegamos por empinados canchales y neveros (prudencia: este elevado paso presenta nieve incluso en pleno verano). Se desvelan ante nosotros los tresmiles menos conocidos del macizo: Esquena de l’Aneto (3.345 m), Tempestats (3.289 m) y Tuca d’el Cabo de Barrancs (3.251 m).

Pero no termina aquí la navegación entre crestas y glaciares. El descenso es también muy pendiente hacia la cabecera del circo de Salenques (2.520 m), el valle más salvaje y solitario de los Pirineos.

Se abandona el incipiente cauce del barranco de Salenques y se remonta paulatinamente para franquear el crestón rocoso que proyecta la cumbre de Russell o Tuca del Cap de la Vall (3.207 m). Penetramos en el circo donde se encuentra el inmenso estany Cap de la Vall (14,2 hectáreas), antesala de la subida al collado norte de la Tuca d’Estany Negre (2.706 m).

Un arduo y dificultoso flanqueo ciñe la Tuca d’Estany Negre (2.785 m) y la Tuca d’el Cap d’Angliós (2.809 m), permitiendo desembocar en la collada d’els Estanyets (2.524 m), donde la variante GR 11.5 se encuentra con el GR 11. Seguiremos a la derecha las marcas de la Senda Pirenaica, con la instalación montañera ya a la vista, en una última bajada y pasando primero junto al estany que le da nombre, llegamos al refugio guardado de Cap de Llauset, el más moderno y ubicado a mayor altura de todo el Pirineo aragonés (2.425 m;7 h 30 min).

Desde el refugio nos quedan 3,1 km y 230 m de desnivel en bajada (50 min), por senda que en verano no representa prácticamente ninguna complicación. Se sigue un tramo del GR 11, parte del Enlace GR 11-GR 18, en descenso por la margen izquierda del barranco hasta el cercano estany de Botornás, que se bordea para, tras una ligera subida, pasar junto a una vieja borda para encarar el último descenso hacia la cola del embalse de Llauset. Se cruzan el torrente y se bordea el embalse por su margen izquierda, entre pedriza y bloques, hasta el túnel que da acceso a aparcamiento junto a la presa (2.192 m de altitud, 8 h 20 min), fin de la ruta y de una gran etapa de alta montaña.

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