Los mafiosos que fingieron ser estudiantes israelíes para asaltar 22 pisos cambian cárcel por expulsión

Los tres miembros de la mafia georgiana detenidos el verano pasado en Zaragoza tras asaltar 22 viviendas y hacerse con más de mil piezas de joyería –400 de ellas, de oro y diamantes– saldrán en breve de prisión, ya que han alcanzado un pacto con la Fiscalía que les permitirá sustituir sendas penas de cinco años de cárcel por la expulsión del país.

Para cerrar el acuerdo, han tenido que reconocer los hechos y abonar un total de 18.000 euros, cantidad bastante discreta a tenor del botín logrado y del hecho de que cuando fueron arrestados portaban 9.000 euros en metálico.

El juicio contra Bachuki Uclava, de origen georgiano, e Irakli Lefsitsveridze y Mevludi Shalamberidze, de nacionalidad rusa, iba a celebrarse el próximo mes de septiembre en la Audiencia de Zaragoza. 

Sin embargo, el acuerdo alcanzado entre el ministerio público –que inicialmente solicitaba condenas de nueve años y medio para cada uno de los procesados– y las defensas –a cargo de las letradas Carmen Sánchez Herrero y Marta Blanco– hará innecesaria la vista. De hecho, los tres delincuentes, en prisión provisional desde el 27 de junio de 2018, solo tendrán que comparecer mañana en una vista firmar su conformidad.

El requisito necesario para poder sustituir una pena de cárcel por la expulsión del territorio nacional –en este caso, durante diez años– es haber cumplido al menos una cuarta parte de la condena. Por ello, los tres miembros de esta célula itinerante de la mafia georgiana solo tendrán que permanecer presos en Zuera hasta finales de septiembre, cuando se cumplirá el plazo exigido de 15 meses.

Según explicó la Policía Nacional cuando desarticuló este grupo criminal, sus tres integrantes se habían instalado en Zaragoza haciéndose pasar por estudiantes universitarios israelíes que venían a cursar un máster. Su objetivo era permanecer al menos tres meses en la ciudad para hacer la ‘campaña de verano’ y desvalijar el mayor número posible de viviendas. Y de su enorme actividad dan cuenta los 22 asaltos que finalmente han reconocido, sin olvidar que los investigadores llegaron a atribuirles casi el doble.

Cuando se informó de la detención de los tres delincuentes, el comisario jefe de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Aragón indicó que el grupo trabajaba adoptando extremas medidas de seguridad similares a las utilizadas por organizaciones terroristas como ETA. "Cada vez que salían o entraban en los domicilios o se montaban en sus coches uno vigilaba y los otros se tomaban el tiempo necesario para comprobar si se producía alguna reacción policial. Incluso cuando salían se paraban a 50 metros y seguían vigilando", explicó.

Oliver Duch

La Policía los sorprendió fabricando ganzúas

Cuando la Policía entró al piso de Zaragoza ocupado por el jefe de la célula mafiosa georgiana, Bachuki Uclava, lo sorprendieron en plena faena de cerrajería. El delincuente, provisto de una importante cantidad de material, estaba enfrascado en la producción artesanal de ganzúas y practicando con bombillos de todo tipo. "Estaba haciendo I+D+I", ironizó en su día el jefe superior de Policía de Aragón en la rueda de prensa en la que se informó de la importante operación. 

El inspector jefe del Grupo de Robos, Fernando Sánchez, mostró su sorpresa por el alto grado de especialización de este grupo criminal y su capacidad para abrir todo tipo de cerraduras. "Incluso algunas que considerábamos infranqueables", apuntó entonces. 

En el momento de su detención, a Bachuki Uclava se le intervinieron medio centenar de ganzúas, así como todo tipo de llaves, bombines, brocas y herramientas para franquear puertas.

Entre el 19 de mayo y el 24 de junio perpetraron una veintena de asaltos en prácticamente todos los barrios de la capital aragonesa. Dos de ellos, en las calles de Almadieros del Roncal y Domingo Miral, junto a sendas comisarías de Policía.