animales exóticos
Encuentran una pitón real en el jardín de una casa de Caspe
Una mujer la vio el sábado cuando estaba regando y avisó a los bomberos de la Diputación de Zaragoza. Medía en torno a 1,2 metros y pudo ser capturada sin que en ningún momento se mostrase agresiva
Una mujer que estaba regando se encontró el pasado sábado una pitón real en el jardín de su casa de Caspe. La serpiente, que no es venenosa, medía en torno a 1,2 metros y pudo ser capturada por los bomberos de la Diputación de Zaragoza sin que en ningún momento se mostrase agresiva.
“El aviso nos entró hacia las dos de la tarde diciendo que era una serpiente con un grosor similar al de la muñeca de una persona adulta, y eso ya nos hizo sospechar de que podía ser algo raro porque las culebras autóctonas no son tan anchas”, explica Manuel Duerto, el oficial que estaba de guardia ese día en el parque de bomberos de Caspe.
La casualidad quiso que el sábado también estuviese trabajando Eduardo Lapuente, un bombero con experiencia en el manejo de reptiles. “La vivienda junto a la que apareció la serpiente está en el entorno de la fuente de los chorros. Nos desplazamos hasta allí y en cuanto la vi tuve bastante claro que podía ser una pitón real, una especie que suele utilizarse como mascota porque es muy tranquila y porque es de pequeño tamaño”, señala Lapuente.
De hecho, la pitón real es conocida también como pitón bola porque su timidez le lleva a enrollarse sobre sí misma metiendo la cabeza en el centro y formando una especie de bola. No es una especie venenosa, sino constrictora, lo que significa que atrapa a sus presas y se enrosca en torno a ellas para matarlas por asfixia. Los ejemplares adultos suelen medir entre 90 y 150 centímetros, por lo que no supone un peligro ni para el hombre ni para los niños, aunque sí se siente atacada puede llegar a morder y causar una herida.
Una vez identificado el animal con certeza, los bomberos procedieron a capturarlo. “La serpiente en todo momento estuvo muy dócil. No me atreví a utilizar el gancho que llevamos para este tipo de intervenciones porque con el follaje el animal podía escurrirse, pero la acorralamos en un seto y, mientras la distraía con el gancho, la cogí con la mano por detrás de la cabeza utilizando los guantes de protección”, detalla Lapuente.
Ya en el parque, los bomberos de la Diputación de Zaragoza avisaron a la Guardia Civil y a los agentes de protección de la naturaleza (APN) del Gobierno de Aragón. “La Guardia Civil nos dijo que no había ninguna denuncia por la desaparición de un animal así y los APN vinieron a recogerla por la tarde. Según nos contaron, iban a comprobar si tenía un chip de identificación, y si no lo tenía la llevarían al centro de recuperación de la fauna silvestre de La Alfranca”, comenta Duerto.
Curiosamente, la captura de esta pitón real no es la primera intervención que este tipo a la que se ha enfrentado este oficial del parque de Caspe. “Hace dos o tres años me tocó ir a la urbanización Playas de Chacón porque un vecino encontró una boa en su vivienda”, recuerda. “Aquella medía un metro y medio aproximadamente y sí portaba el chip de identificación, así que pudo ser devuelta a su dueño”.
