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¿Sabes más que un niño de sexto de primaria? Así son las pruebas de nivel a las que se enfrentan los niños aragoneses
¿Eres capaz de calcular el área de una caja, o la probabilidad al tirar un dado? ¿Sabrías decir lo que son los lapilli? ¿Qué significa Aloha? Estas son algunas de las preguntas de las pruebas, sin efectos en el expediente, que miden los conocimientos en ciencias, lengua, matemáticas e inglés de los alumnos de 11 y 12 años.
¿Sabrías decir que son los lapilli? ¿O con qué medidas se expresa la densidad de los objetos? ¿Eres capaz de calcular el área de una caja? ¿ O sabes por qué Sagitario se relaciona con un centauro? Si es así, enhorabuena, ya sabes tanto como un alumno de sexto de primaria.
Estas son algunas de las preguntas a las que han tenido que enfrentarse los estudiantes aragoneses que han terminado este año ese curso escolar. Más de mil chavales de 23 centros han tenido que pasar las denominadas ‘reválidas’, o evaluaciones de final de ciclo educativo, unas pruebas que sirven para medir el nivel de los alumnos, pero que no tienen sin embargo ningún efecto académico.
Para los alumnos de sexto, con 11 y 12 años de edad, los exámenes evalúan cuatro competencias básicas: comunicación lingüística en español; competencia matemática, competencias básicas en ciencia y tecnología e inglés. Las pruebas
-que se llevaron a cabo a finales de mayo, en dos jornadas consecutivas- sirven para comprobar si el alumnado está adquiriendo o no las competencias propia del nivel.
Todos los estudiantes realizan las pruebas, excepto los que tienen un desfase curricular significativo o un nivel de castellano inferior a B1. Los exámenes están guardados y custodiados hasta el momento de la prueba.
Ahora, se están corrigiendo los test para proceder a analizar detenidamente los resultados. Con ellos, se elaborará después un informe para que la Administración educativa disponga de la información y pueda proceder en consecuencia, por ejemplo, para reforzar contenidos.
A pesar de que estas reválidas no tienen un efecto académico, todas las comunidades autónomas están obligadas a llevarlas a cabo desde la entrada en vigor de la Lomce. Hay que recordar que su inclusión en esta ley educativa, vino acompañada de mucha polémica.
El Gobierno central apostó desde el principio porque los resultados se incluyeran en el expediente de los alumnos, pero la medida generó fuertes críticas en los territorios. Aragón fue, de hecho, una de las comunidades que planteó una mayor oposición a que los exámenes contaran y trabajó por que la prueba fuera solo diagnóstica, como al final se consiguió gracias a un acuerdo entre la administración central y las consejerías de Educación de las comunidades.
En lengua, se analiza la comprensión oral y escrita de los estudiantes. Para ello, se les hace escuchar dos audios sobre dos temáticas diferentes, en este caso, sobre el volcán Vesubio y sobre los Juegos Olímpicos, para luego contestar una veintena de preguntas relativas a esos contenidos.
La prueba lingüística también consta de tres textos para leer detenidamente, analizar las imágenes que contienen y responder de nuevo a una serie de cuestiones. Este año, los alumnos han tenido que demostrar que han comprendido la información que se les ha suministrado sobre incendios forestales, seres mitológicos y sobre un capítulo de una obra de narrativa de ficción. En total, el examen suma 38 preguntas.
En matemáticas, la prueba incluye 32 problemas en base a cuatro temáticas diferentes (radio escolar, un crucero por el Mediterráneo, la ludoteca y actividades en el medio natural). Con ellos, se evalúan, entre otros, conceptos como los números múltiplos, la media matemática, los tipos de circunferencias, el cálculo de áreas, las distintas unidades de medida, las figuras y polígonos, coordenadas… Además, se comprueba si los chavales son capaces de leer e interpretar gráficos, calcular probabilidades o comprender ya ciertas nociones sobre estadística.
La reválida para ciencia y tecnología se compone de 30 preguntas. En este caso, la prueba arranca con un texto sobre Arquímedes y la corona del Rey Hierón, que sirve para evaluar a los estudiantes sobre la densidad, el volumen y la masa o las propiedades de ciertos materiales como el oro y la plata.
Otro relato sobre un viaje de fin de curso permite inquirir sobre el tipo de máquinas (complejas, simples, compuestas…) y otros componentes mecánicos, así como sobre distintas cuestiones de desarrollo sostenible, energías renovables y hasta alimentación. Por último, un cartel sobre especies invasoras introduce varias preguntas sobre biología y ecosistemas.
Aloha
En lo que respecta a inglés, los alumnos tienen que completar 25 preguntas, diez de ellas englobadas en un ‘listening test’. Tras escuchar dos veces una conversación telefónica entre dos amigos, tienen que demostrar que han comprendido lo escuchado en torno a Hawaii.
El examen mide también la comprensión lectora con dos anuncios, uno sobre coches y otro sobre parques temáticos. En ellos, figuran ciertos datos que luego los chavales han de reproducir para acertar en las respuestas.
Estas son, a modo de ejemplo, algunas de las preguntas de las reválidas. ¿Serás capaz de aprobar el test?
