política

PP y Cs se ratifican en su ‘no’ al PSOE y ya no descartan volver a conversar con el PAR

Beamonte y Pérez Calvo reiteran que no se abstendrán en la votación y que si Lambán fracasa podrían presentar un candidato alternativo a la presidencia.

Daniel Pérez Calvo(Cs) y Luis María Beamonte(PP) .
Daniel Pérez Calvo(Cs) y Luis María Beamonte(PP) .
Mónica Fuentes

Un ‘no rotundo’ darán los diputados del PP y Ciudadanos a Javier Lambán en el debate de investidura que se celebrará los días 30 y 31 de julio. Y no descartan ir más allá: Luis María Beamonte (PP) y Daniel Pérez Calvo (Cs) anunciaron ayer que si el secretario general del PSOE-Aragón fracasa, podrían ofrecer al PAR la posibilidad de explorar un "gobierno centrado, moderado y liberal" y presentar un candidato alternativo, que requeriría para salir adelante el apoyo de los tres diputados de Vox. Para los portavoces de los partidos que negocian con el PSOE es positivo que se haya fijado ya una fecha para el debate y confían en sellar los acuerdos a tiempo.

Beamonte criticó que el presidente de las Cortes, Javier Sada, no convocara el pleno de investidura el pasado 4 de julio, cuando proclamó a Javier Lambán candidato. En su opinión, es consecuencia de las "públicas y notorias debilidades" del PSOE a la hora de atar apoyos para afianzar la investidura. Reprochó, además, al presidente del Parlamento aragonés que usara este elemento "como garantía para ganar tiempo y que su secretario general pueda consolidar el pacto".

En el PP-Aragón no valoran "bajo ningún concepto" abstenerse ni en la primera ni en la segunda votación. "Lambán recibirá nuestro ‘no’ de la manera más rotunda", anunció. Y si la investidura es fallida, el líder popular se plantea pasar a la acción e intentar reactivar un acuerdo del centroderecha: "Todos tenemos la responsabilidad de intentar conformar un gobierno. Es inevitable que lo hagamos así". Tan rotundo como el ‘no’ que anunció para Lambán, Beamonte hizo hincapié en que su partido buscará conformar una alternativa a este gobierno "tan extraño y singular" en el que se mostró convencido de que "alguna de las piezas no está bien ubicada en el tablero".

El PSOE de Pedro Sánchez

Con la misma convicción se manifestó Pérez Calvo para dejar claro que "en ningún momento" se ha planteado Cs abstenerse para que gobierne Javier Lambán y que sus diputados votarán ‘no’ al candidato socialista. Porque el de Ciudadanos se esforzó en desvincular la decisión a la escasa sintonía que se piensa que se profesa, de forma recíproca, con Lambán. "Parece que es una cuestión de entendimiento personal, pero la relación personal es buena, aunque no va más allá de gente que se ha tratado pocas veces", advirtió.

Más que con Lambán, el problema de Pérez Calvo es con el "PSOE secuestrado por Pedro Sánchez, que se limita a los deseos personales de un señor que no tiene un proyecto para España sino para él mismo".

No solo no contempla en ningún caso la abstención, sino que descarta negociar con los socialistas un posible apoyo si la primera investidura resulta fallida. "No nos vamos a sentar con el PSOE porque han sucedido cosas en las que podrían haberse pronunciado y no lo han hecho". Citó, a modo de ejemplo, las "agresiones" a miembros de Cs en la fiesta del Orgullo LGBT en Madrid y la negociación para conformar el Gobierno de Navarra. Y se mostró dispuesto a intentar consensuar un gobierno "centrado, moderado y liberal, que dé tranquilidad a Aragón en los cuatro próximos años" con el PAR.

Escuchando ayer a Pérez Calvo y a Beamonte parecía que habían olvidado los reproches que dirigieron a los aragonesistas y a su líder, Arturo Aliaga, tras la ronda de contactos que se celebró en las Cortes hace trece días. "Si la investidura es fallida y el PAR reconsiderase su posición, y en un ejercicio de responsabilidad quisiera hablar con nosotros, estaría dispuesto a atenderlos", concluyó el de Cs.

Sorprendido por los cantos de sirena que llegaban desde el centroderecha, Aliaga se limitó a señalar que "Aragón no puede ir a una repetición electoral". En los últimos días se había mostrado partidario de que se fijara la fecha de la investidura, y vio con buenos ojos la celebración del debate los días 30 y 31 de julio para intentar distanciar la investidura de Lambán de la de Pedro Sánchez para que el "foco de atención" se sitúe en exclusiva en Aragón.

Muy largo se le está haciendo todo este proceso al presidente de Vox en Zaragoza, Santiago Morón, que reiteró sus críticas a una "investidura en diferido para finales de mes" que achacó a que "no han sido capaces de cerrar un acuerdo y a que necesitan más tiempo".

La izquierda, a la espera

A la portavoz de Podemos en las Cortes, Maru Díaz, le parece "acertado" que la fecha no coincida con el pleno estatal, y aseguró que espera que para entonces "el PSOE de Lambán haya sido capaz de llegar a un acuerdo con las cuatro fuerzas que necesita para que salgan adelante la investidura y el Gobierno".

Desde CHA también consideraron "positivo" que haya fecha, pues supone que hay dos semanas para "evitar que se reactive la amenaza de un gobierno de la derecha o para evitar unas nuevas elecciones". Confían en tener listo su pacto con el PSOE a finales de semana y presentarlo ante su Comité Nazional.

El diputado de IU, Álvaro Sanz, celebró que la fecha de la investidura permita fijar un cronograma en la negociación de sus propuestas y facilite el debate en los órganos de su partido.

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