aragón, pueblo a pueblo

Foradada del Toscar: atomizado y armonioso

Los diez pueblos del municipio viven del sector primario y la hostelería dentro del renglón de los servicios, con casos de interés en todos los núcleos y una camaradería a prueba de bomba.

El municipio de Foradada tiene su ayuntamiento en Morillo de Liena; es la cabeza administrativa de un conglomerado de diez localidades que, curiosamente, no estaba donde está hace cinco siglos; se bajó de la montaña a su actual emplazamiento, a pie de carretera, con la iglesia de San Martín como emblema e inscripciones de fechas en varios muros que lo atestiguan. El puente de hierro sobre el Ésera, a la entrada del pueblo desde Campo, es otro icono; data de finales del siglo XIX, con seis tramos de hierro y 160 metros de longitud, y descansa sobre dos estribos laterales y cinco pilastras. Además de este patrimonio, hay otro del que vanagloriarse; la buena relación entre los vecinos.

Pedro Puyalto, joven ganadero y hostelero con raíces en Morillo, es el alcalde desde 2015; sus padre y abuelos paternos nacieron en Morillo de Liena, y su madre en Villanova. "Estudié arquitectura técnica en Valencia, pero me pilló la crisis de la construcción. En casa había tierras y ovejas, así que aposté por quedarme. Toco algo de obra, poco, y tenemos alojamiento rural, El Mesón, que gestionaba mi madre hasta que se jubiló, aunque siempre echa una mano. Lo de la alcaldía fue por ganas de que mi municipio progrese, además de una oportunidad de aplicar lo aprendido fuera. Las ovejas y las vacas marcan la economía del municipio, junto con el turismo rural como complemento y un par de cuadrillas de albañiles".

Repasar todas las festividades de los diez núcleos sería complejo, pero hay unas de consenso en las que se involucra a todos. "San Jorge –explica Pedro– es un punto de reunión para los vecinos de los diez pueblos; se va dando vuelta por todos año tras año, apoyándonos en los salones sociales; este año tocó en Morillo y nos juntamos unas 120 personas. En Viu es bastantes conocida la chiretada, pero cada cual tiene la suya"

Roser Cosculluela es una de esas personas con una energía especial. Además de llevar el alojamiento de Casa Añica, cuida de su madre Cándida. "Decidí quedarme para cuidar a mis padres; él murió hace 3 años, tenía 101, y mi madre, Cándida, ya veis lo bien que está con 99, de piernas y de cabeza; cumple 100 en septiembre. ¿Que cuál es el secreto? Lo bien que los cuido yo", dice, con una sonrisa contagiosa que enseguida deriva en carcajada de todos los presentes.

Dentro de la alegría vital exhibida por los vecinos se incluye también un carácter acogedor. Así lo señala Franck Hory, ciudadano francés, artesano y artista, asentado en Morillo. "Llegué por un anuncio, buscaba un sitio bonito para vivir y lo encontré aquí; yo llevaba viviendo y trabajando en el centro de Barcelona 13 años, pero aquello se puso imposible con los precios. Aquí estoy muy bien; eso sí, me encantaría mover más mercadillos artesanos entre los pueblos, productos del campo y trabajos detallados. Me manejo bien con la madera, recientemente estoy probando más con la piedra y también recupero antigüedades".

El pastor adolescente

En la gradación de edades del pueblo destaca por abajo el caso de David Senz: tiene 18 años y ha decidido dedicarse al ganado. "Lo veía claro desde pequeño, y en casa me decían que hiciera lo que me gustase, así que lo he hecho; me encanta trabajar con las ovejas, y mientras pueda seguir haciéndolo, aquí estaré". Su madre, Mari Carmen, es de Sena, en Los Monegros, y apoya la decisión de su hijo, que también cuenta con el beneplácito de su padre. "Prefería este trabajo a estudiar, y lo importante es que sea feliz. Yo me casé con su padre, me vine a vivir aquí y tan contentos estamos".

Montse Moliner es de Barcelona, y Germán Senz, de Morillo. Tenían claro que vendrían al jubilarse. "Se vive a otro ritmo, a veces incluso demasiado tranquilo; Germán con el huerto, yo arreglando muebles, me doy mi paseo del colesterol a Campo cada día, cuatro kilómetros de ir y otros tantos de volver". Por otro lado, está Manolo Ricarte. "Estudié y trabajé en Barcelona, mi mujer es de Santaliestra, pero en julio me quedo aquí". Dice Roser que Manolo es la imagen local del verano. "Desde que lo ves leyendo, con los pies en la pared, sabes que el verano ya está aquí".

En datos

Comarca: La Ribagorza

Población: 173

Distancia a Huesca, su capital de provincia: 105 km

Los imprescindibles

Los núcleos del municipio

Morillo de Liena es el centro administrativo del municipio, que consta de otros nueve núcleos: Foradada del Toscar, Senz (en la foto, su parroquia), Viu, Espluga, Bacamorta, Las Colladas, Lacort, Lascorz y Navarri.

La ferrata de Foradada

La vía ferrata se encuentra en la ladera de la Sierra Ferrera, a 1 kilómetro de Foradada del Toscar. Implica varias subidas en pared muy espectaculares, aptas para expertos, con grapas en piedra; también hay una vertiente más sencilla.

Quesos de Senz

Se hacen en Casa Perna y se comercializan con la marca ‘Macizo de Cotiella’. Curados y semicurados, tanto de oveja como de vaca. Nunca faltan en las listas de los mejores quesos artesanos de la provincia.

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