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¿Qué va a suponer el acuerdo de Mercosur para el campo aragonés?

Las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur se han acelerado y se prevé un acuerdo inminente. El sector ganadero aragonés se encuentra preocupado ante las posibles condiciones del acuerdo, en cambio, el sector vinícola cree que para ellos es una oportunidad.

El sector porcino sería uno de los grandes perjudicados de alcanzarse el acuerdo en las condiciones planteadas.
El sector porcino sería uno de los grandes perjudicados de alcanzarse el acuerdo en las condiciones planteadas.
Heraldo

“Las oportunidades para el sector agrario y ganadero aragonés y español son escasas; en cambio, las amenazas son importantes”. Con estas palabras, Eduardo Navarro, agricultor de las Cinco Villas, representante de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en el Consejo Económico y Social (CES), ha valorado el parece que inminente acuerdo comercial entre la Comisión Europea y los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Las negociaciones se han acelerado en los últimos días y todas las organizaciones agrarias han mostrado sus temores ante las condiciones que demandan los países de Mercosur referentes al sector agrícola y ganadero. Según exponen desde Cooperativas Agro-alimentarias se baraja, por ejemplo, un aumento de la cuota de importación a la Unión Europea a unas 99.000 toneladas en la carne de vacuno; a 200.000 toneladas en la carne de ave; a 80.000 toneladas en arroz; a 100.000 toneladas en azúcar o una liberación en el zumo de naranja.

“En Aragón, las principales amenazas son para el sector de vacuno de carne y para el porcino”, explica Navarro, que añade: “De darse un aumento de las concesiones a estos países, muchos jóvenes ganaderos aragoneses que se habían incorporado recientemente al sector se verían afectados”, dado que el sector de vacuno de carne, que se ha incrementado en más de 76.000 cabezas en los últimos cinco años en la Comunidad, exporta alrededor del 60% del total de su producción,  y el porcino continúa su ascenso y en el último lustro ha duplicado sus exportaciones hasta las 361.851 toneladas conseguidas en 2018

Y es que, según recoge el estudio de impacto elaborado por los Servicios Técnicos de COAG, el aumento de la cuota de importación afectaría al 20% de la producción ganadera española. En estos casos, en el del vacuno y el porcino, en la Comunidad aragonesa, “producimos más de lo que consumimos” por lo que, como apuntan desde COAG, “estos excedentes deben ser exportados, por lo tanto, no sería comprensible ni justificable que se importara de países terceros”.

En este momento, según subrayan desde Cooperativas Agro-alimentarias, la Unión Europea tiene una balanza comercial positiva con Mercosur, es decir, que exportamos más que importamos. Sin embargo, “los países de Mercosur son una potencia productiva y exportadora agraria mundial”: A la UE, estos exportan productos agroalimentarios por valor de 18.200 millones de euros y solamente importan unos 2.200 millones de euros, por lo que en este sector, en el agrario, sin las concesiones que se prevén con el acuerdo, ya existe un déficit comercial de 16.000 millones de euros.

"Es inaceptable que se entregue el sector ganadero a cambio de coches y facilidades para grandes constructoras en licitaciones públicas"

Asimismo, desde las organizaciones agrarias hacen hincapié en la “competencia desleal que supone, dado que el modelo de producción europea es un modelo mucho más caro al ser más seguro pero, desde el punto de vista comercial, es mucho menos competitivo”. “En estos países se permite todavía la utilización de hormonas de crecimiento, antibióticos y pesticidas prohibidos en la Unión Europea desde hace varias décadas, lo que no solo se lastrarían los precios al ellos contar con menos costes de producción, sino que lo más importante es que peligraría la seguridad alimentaria de los consumidores europeos”, asegura el representante de COAG en el CES. A lo que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos anota que “está en juego la calidad de nuestra cadena agroalimentaria y la vida en los pueblos”.

Ante esta situación, las organizaciones agrarias piden que el acuerdo sea equilibrado y “se evite que el sector agrario sea moneda de cambio a favor de otros intereses económicos, y que las importaciones de estos países cumplan con el modelo productivo europeo en materia medioambiental, laboral, sanitaria y fitosanitaria”, detallan desde Cooperativas Agro-alimentarias. “Es inaceptable que se entregue el sector ganadero a cambio de coches y facilidades para grandes constructoras en licitaciones públicas”, ha puntualizado Miguel Blanco, secretario general de COAG. A lo que Navarro ha añadido que “en este acuerdo los únicos europeos verdaderamente beneficiados son el sector de las obras públicas, por este motivo España no debería liderar este acuerdo, que debería haberse negociado con comunidades autónomas y organizaciones agrarias antes”.

Para el vino y el aceite de oliva se prevé que sea una oportunidad

Además, todos coinciden en la falta de información que ha caracterizado al parece que inminente acuerdo e incluso los sectores, que se prevé que salgan beneficiados hacen hincapié en esta cuestión. “En el caso de que se logren los objetivos por los que la Unión Europea trabaja en el marco de estas negociaciones para el sector del vino: la eliminación de aranceles y la mejora de la protección de las denominaciones de origen europeas en estos mercados, específicamente para el sector del vino y para las denominaciones de origen sería una oportunidad, aunque no hay demasiadas certezas sobre los términos en los que podría alcanzarse”, explica Jesús Mora, coordinador general de la Conferencia de Consejos Reguladores Vitivinícolas de España (CECRV).

Las denominaciones aragonesas como la de Cariñena, Campo de Borja o Calatayud ya exportan a Brasil, por ejemplo. Concretamente, en la campaña 2016/2017, de la última de la que ofrece información el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la DOP de Cariñena exportó 1.755 hectolitros, la de Campo de Borja, 489 y la de Calatayud, 690. “En Aragón, tanto para el vino como para el aceite de oliva o los frutos secos este acuerdo parece que va a suponer una oportunidad, aunque hay que señalar que no siempre un aumento de las exportaciones viene acompañado de buenos precios, ya que parte del sector vinícola, en los últimos años, ha sufrido una devaluación de los precios cuando exporta”, expone Navarro.

Por su parte, como señalan desde la Denominación de Origen Protegida Cariñena, que exponen que “es una gran oportunidad por dos razones: por la eliminación de los aranceles y por la protección en el mercado de las Denominaciones de Origen por oficio, que ya comercializamos vino en Mercosur”. También aseguran que “hay que tener en cuenta que puede ocurrir la coexistencia con marcas previas registradas en Mercosur, parecidas al nombre de alguna Denominación de Origen española”. Una cuestión que, según Mora, “se resolverían con cláusulas ad hoc”, es decir, apropiadas.

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