solidaridad
Más de 3.300 personas participaron el año pasado en el programa de empleo de Cáritas Aragón
El proyecto ‘Sumando empleo’ de la Comunidad y La Rioja recibe 100.000 euros de las fundaciones Ibercaja y Caja Inmaculada.
Los distintos programas de empleo de Cáritas Aragón atendieron durante el año pasado a 3.339 personas, de las que 993 accedieron a un trabajo, lo que supone casi un 30%. Estos aragoneses se incorporaron al mercado laboral o contaron con un contrato de inserción en algunas de las empresas, centros especiales o talleres productivos que dependen de esta oenegé. La entidad social cuenta para atender estos servicios con una plantilla de 57 técnicos especializados en atención social, acogida, empleo y orientación laboral, además del apoyo de 144 voluntarios.
Estos son algunos de los datos que ha dado a conocer este miércoles el director de Cáritas en la Comunidad, Carlos Sauras, con motivo del convenio de colaboración suscrito con las Fundaciones Ibercaja y Caja Inmaculada por el que ambas aportan 100.000 euros al proyecto ‘Sumando empleo’ que se viene desarrollando desde 2015 en las seis sedes de esta organización en Aragón (Zaragoza,. Huesca, Teruel-Albarracín, Barbastro-Monzón y Tarazona) y una en La Rioja. La firma del acuerdo ha contado con la presencia del director general de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, y el presidente de la Fundación Caja Inmaculada, Juan Álvarez.
Sauras ha subrayado que, pese a la reconducción de la crisis en los últimos años, las mayores tasas de pobreza y exclusión se siguen concentrando en el colectivo de personas desempleadas. “No contar con un empleo multiplica por dos el riesgo de caer en situación de exclusión o pobreza severa”, ha asegurado. “Hay otras desventajas, como ser menor de 30 años, extranjero o tener un nivel de estudios bajos, pero el mayor riesgo de exclusión social lo sufren los desempleados”, ha afirmado.
Por otra parte, el director de esta oenegé cristiana ha alertado de la precarización del empleo y del nuevo perfil del trabajador pobre que “pese a contar con un salario no llega a cubrir las necesidades básicas de su vida familiar”. Por esta razón, ha señalado, es importante su integración en el mercado de trabajo, aunque sea “con dificultades y un futuro complejo”, ya que se trata de “un hito fundamental en sus vidas”.
El programa ‘Sumando empleo’, gracias a la colaboración de las tres entidades, favoreció que, de las 2.589 personas que participaron en el proyecto, 516 se insertaran en el mercado laboral, de las cuales 262 procedían de las diócesis aragonesas y 254 de La Rioja. Todos los beneficiarios eran hombres y mujeres mayores de edad, con escasa o nula formación, poca experiencia laboral o mucha inestabilidad, y largos periodos de desempleo y en la mayoría de los casos cargas familiares.
La colaboración entre Fundación CAI, Fundación Ibercaja y Cáritas Aragón cumple ahora cinco años. Durante los últimos cuatros años, se han invertido 505.000 euros en este proyecto, lo que ha permitido generar 1,668 empleos, de los que 851 se han producido en Aragón. Además, 10.526 personas han tomado partes en distintas actuaciones de formación.
El director general de Ibercaja ha destacado que el trabajo no es solo el lugar en el que pasamos un tercio de la vida, sino que “a través de él nos sentimos integrados en la sociedad” y la falta de un empleo tiene una incidencia negativa en las personas con sensaciones de “inseguridad, aislamiento, frustración y negatividad”. Por su parte, el presidente de Fundación Caja Inmaculada ha ensalzado la labor de Cáritas Diocesana que “llega a todos los sitios donde no llega nadie y con penetración entre los más desfavorecidos”.
