Montaña segura
Barranquismo: pautas para una práctica segura
El barranquismo es una práctica deportiva muy técnica que exige pautas de seguridad y una formación específica; si no estamos preparados, hay que dejarse conducir por un guía.
La siniestralidad en barrancos crece cada año. Entre 2010 y 2017 los equipos de rescate de la Guardia Civil realizaron una media anual de 64 rescates en nuestros barrancos, siendo la tercera actividad en número de rescates en Aragón (17 %), por detrás de la alta montaña (23 %) y del senderismo (32 %).
La casuística de los rescates en barrancos ofrece una buena guía para evitar situaciones indeseadas. Prever adecuadamente el horario resulta fundamental: madrugar o seleccionar una actividad más corta para que la caída del sol no nos sorprenda. Los barrancos son espacios cambiantes, no sirve nuestra experiencia del año anterior: antes de realizar un salto a una poza o un descenso por un tobogán debemos comprobar que son seguros (profundidad insuficiente, existencia de troncos o piedras ocultos), ya que la mayoría de los rescates se originan por estas causas. Otro factor es el caudal del agua, distinto según el año y la estación, y que puede variar bruscamente por lo que debemos saber si ha habido tormentas recientes y descartar la actividad ante la previsión de que éstas puedan producirse en la zona de influencia del barranco, desde su cabecera. Igualmente, tendremos localizados los escapes o salidas por si nos sorprende una crecida del caudal dentro del barranco. (Más información aquí).
Ficha de declaración de intenciones
En ocasiones, cuando se da el aviso de que una persona o grupo no ha regresado de su actividad, el primer problema es conocer adónde se ha dirigido y cuál era la ruta que pensaba hacer. Ese desconocimiento puede retrasar considerablemente el inicio del rescate, con consecuencias fatales. El programa Montaña Segura ha preparado una ‘ficha de declaración de intenciones para barranquistas’. Está en la web del programa o en este enlace. Completar la ficha de declaración de intenciones, que entregaremos a una persona de confianza que estará pendiente de nuestro regreso, es un sencillo trámite voluntario que puede resultarnos vital. En la ficha detallaremos la actividad a realizar, información sobre el equipo que llevamos, el grupo, los horarios previstos, datos de contacto, etcétera, que resultarán claves para nuestra localización y rescate.
No debemos olvidar ‘cerrar el aviso’ con nuestro contacto cuando terminemos la actividad para no provocar una falsa alarma. Por nuestra seguridad, en la fase de la planificación de la actividad barranquista (esquema ‘planifica, equipa, actúa’) incluiremos esa ficha de declaración de intenciones.
Todo ello, sin olvidar algunas buenas prácticas de seguridad en barranquismo (detalladas aquí) que, cuando no se respetan, originan gran parte de los problemas: llevar los pies bien calzados (buena adherencia y sujección del tobillo); prestar atención continua al grupo, sin sobrevalorarlo; llevar el material técnico necesario y saber utilizarlo. El barranquismo es una actividad técnica que requiere formación y experiencia, acompañarnos de un guía profesional conocedor del lugar aportará siempre un plus de seguridad a nuestra actividad y resultará imprescindible si tenemos dudas sobre nuestra capacidad.
