curso de verano

Una semana de julio para conocer la riqueza botánica del Moncayo

Casi 1.300 especies vegetales distintas pueden encontrarse en el Parque Natural del Moncayo, donde del 1 a l 5 de julio se desarrollará el XVIII Curso de Botánica Práctica Cienfuegos.  

Abedular en el Parque Natural del Moncayo.
Abedular en el Parque Natural del Moncayo.
Pedro Etura

Su gran diversidad vegetal es una de las riquezas del Parque Natural del Moncayo. Este importante valor es el que se preserva y difunde en el Curso de Botánica Práctica Cienfuegos que se celebra desde hace casi veinte años, con sede en Tarazona. Esta actividad forma parte de los Cursos de Verano de la Universidad de Zaragoza, que lo organiza junto con el consistorio turiasonense. Se ha abierto ya el plazo para inscribirse en el curso, que tendrá lugar del 1 al 5 de julio.

El Moncayo es un enclave privilegiado para los enamorados de la botánica, ya que en el parque natural puede encontrarse hasta 1.300 especies de flora distintas. Ello es posible por la estratégica ubicación de este macizo montañoso y por la diversidad de pisos vegetales, que da lugar a una enorme variación vegetal. Como espacio de frontera entre el ambiente húmedo del centro de Europa, y el ambiente seco propio del mundo mediterráneo constituye un singular enclave ecológico.

La edición de este verano, que será la decimo octava, recorrerá distintos enclaves de este espacio natural protegido, que cuenta con ecosistemas muy diversos, y en ocasiones muy desconocidos. En concreto para esta ocasión las salidas programadas para cada una de las jornada, llevarán a los participantes por los bosques caducifolios de la zona de Agramonte y el barranco de Castilla, por las cumbres silíceas de Morca y Bellido, las cimas calizas de Peñas de Herrera, y los barrancos de  los barrancos de Morana y Horcajuelo.

El Moncayo constituye un singular enclave ecológico como espacio de frontera entre el ambiente húmedo propio del centro de Europa y el ambiente seco propio del mundo mediterráneo. Además, su especial ubicación le permite interceptar los frentes nubosos procedentes del Atlántico. Estas dos características, unidas al aislamiento, la peculiar geología y el acusado gradiente topoclimático, es decir, los distintos pisos vegetales que se van configurando al ir subiendo en altitud lo convierte en un espacio de gran diversidad biológica e importancia ecológica.

En la base de la montaña se encuentran carrascales y, siguiendo en altitud, aparecen especies caducifolias como el rebollo o roble melojo, mientras que en las cumbres y circos se encuentran pequeñas plantas rastreras como el enebro rastrero, sabina rastrera o piorno. Especial importancia tiene el hayedo, distribuido entre los 1.100 y 1.650 m de altitud, siendo uno de los más meridionales de Europa. Además cuenta con pinares de repoblación; entre los distintos tipos de pino que pueden encontrarse están el pino silvestre (Pinus sylvestris), pino negro (Pinus uncinata), pino laricio (Pinus nigra) y pino rodeno (Pinus pinaster).

En el curso pueden inscribirse los aficionados a la naturaleza con conocimientos de botánica, estudiantes de carreras técnicas y superiores relacionadas con dicha ciencia, profesorado de ESO y Bachillerato, guardas forestales, técnicos en diversas áreas del Medio Ambiente y profesionales relacionados con el turismo medioambiental, el ocio, el aprovechamiento de los recursos naturales y la agricultura biológica y la jardinería. Más información, aquí.

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