Dolor de espalda, lumbalgia, artrosis, cefaleas, dolores musculoesquelético... Estas son algunas de las dolencias más comunes que sufren los más de 225.000 aragoneses que tienen dolor crónico, según la Sociedad Española del Dolor (SED). Un porcentaje que, según los expertos, va a ir en aumento con los años por el envejecimiento de la población, el incremento de intervenciones quirúrgicas y la calidad de vida que exigen tener los ciudadanos.

Más de un millar de especialistas en este campo se reúnen hasta el sábado en Zaragoza en el XVI Congreso de la Sociedad Española del Dolor, que quiere convertirse en un "foro para el intercambio de conocimiento científico y clínico de la gestión del dolor". Además, en esta edición, previo al congreso, se organizó el miércoles un encuentro con los pacientes, en el que también se expuso la delicada situación de las unidades del dolor en España y la necesidad de dotarlas de más recursos. De los 830 hospitales que hay, solo hay 180 unidades de este tipo. La Comunidad aragonesa cuenta con cuatro unidades reconocidas, aunque existen también profesionales de otros centros que a título individual trabajan en este campo.

En la presentación del congreso a los medios de comunicación, la presidenta del área clínica del comité científico del congreso, Mª Luz Cánovas, ha reivindicado la necesidad de que las unidades del dolor "trabajen y se gestionen de manera autónoma" y no sigan dependiendo de los servicios de Anestesiología de los centros sanitarios, tal y como se diseñaron en los años sesenta. Ha apostado por que estos servicios sean multidisciplinares y estén formados por diferentes profesionales.

Un aspecto en el que ha coincidido también otro de sus compañeros, el catedrático de Farmacología, Carlos Goicoechea, que ha hecho hincapié en que los profesionales deben abordar a estos pacientes en su "integridad". "No hay que considerarlo con un problema fisiológico ni emocional. Es una mezcla. Hay que escuchar al enfermo", ha subrayado el profesional.

El presidente de la Sociedad Española del Dolor, Juan Antonio Micó, ha recordado que se han conseguido grandes avances en el reconocimiento de la enfermedad y en el tratamiento terapéutico y farmacológico, pero todavía falta "mayor concienciación" sobre la importancia de este problema por parte del sistema sanitario y un incremento de los recursos de las unidades para tratar esta patología. El coste del dolor no tratado o tratado incorrectamente alcanza los 20.000 millones de euros en España, según la SED.

Situación crítica de la unidad del Clínico

"La situación es insostenible, crítica y caótica". Así de tajante se ha mostrado la doctora María Dolores Rodrigo Royo para describir el actual estado de la unidad del dolor del hospital Clínico de Zaragoza. La responsable de esta unidad ha recordado que desde hace diez meses la plantilla está al 50% y actualmente solo trabajan dos facultativos.

"Nuestra lista de espera era de un mes y ahora tenemos más de un año. Y en algunas técnicas, año y medio esperando", ha asegurado Rodrigo, que salvó de esta demora a los pacientes oncológicos o los graves. Ha lamentado el exceso de trabajo de los profesionales, que hacen jornadas de tarde para absorber la presión asistencial. "Todos los días tenemos protestas de pacientes por la demora. Ahora, mi 50% de la actividad es resolver esas cuestiones", ha subrayado Rodrigo, que ha asegurado que el problema radica en el "desinterés" por parte de la Administración y la dependencia del servicio de Anestesiología, donde hay actualmente sin cubrir 10 plazas. Desde Sanidad se ha recordado que en el último llamamiento de trabajo temporal se han cubierto 4 vacantes en ese servicio y se podría mejora algo la situación.