En la pasada jornada electoral sorprendió conocer que en las Islas Canarias se utilizas hasta cinco urnas distintas para votar, dos más que en la mayor parte de mesas electorales españolas. A la elección de representantes europeos, autonómicos y municipales se sumaba la de los alcaldes pedáneos y la designación independiente en cada isla del número de diputados regionales.

En España, existen cerca de 4.000 Entidades de Ámbito Territorial Inferior al Municipio (Eatim) o entidades locales menores don los vecinos eligieron este pasado domingo al alcalde pedáneo. Estos núcleos constituyen una unidad administrativa de carácter intramunicipal, regida por alcalde pedáneo y una junta vecinal o en concejo abierto. Entre sus competencias figura la construcción, conservación y reparación de fuentes, lavaderos y abrevaderos, vigilancia de caminos rurales, montes, fuentes y ríos, administración y conservación del patrimonio o prestación de servicios de competencia municipal, entre otras.

Aragón cuenta con 43 entidades locales menores: 39 en la provincia de Huesca; 3, en Zaragoza; y 1, en Teruel. No es una de las comunidades con mayor número, ya que solo León cuenta con 1.228, el mayor número de ellas por provincia.

En los recientes comicios, la candidatura más votada -según resultados provisionales- en los municipios que albergan estas entidades menores fue la del PSOE, seguida de la del PP y el PAR. Así ocurrió en localidades de la provincia de Huesca como Aísa, Alcalá del Obispo, Bailo, Benabarre, Biesca Bisaurri, Broto, Castejón de Sos, La Fueva, Osso de Cinca, Plan, El Pueyo de Araguás, Santa Cruz de la Serós, y Tamarite de Litera. En Zaragoza, en los municipios de Zuera, Sos del Rey Católico y Biel, a los que pertenecen, respectivamente, las entidades locales menores de Ontinar de Salz, Sofuentes y Fuencalderas, el partido socialista también lideró las votaciones. Y del mismo modo, en la localidad turolense de Castellote, de quien depende la entidad de Las Cuevas de Cañart, ganó el PSOE.

Entidad propia y un fin común

Para la constitución de una entidad local menor es necesaria la existencia de uno o varios núcleos de población separados de la capital municipal, donde se localiza el ayuntamiento. Su creación puede ser solicitada por los vecinos de aquellos, siendo necesaria mayoría simple.

La estructura de la Administración local aragonesa y sus distintos tipos de entidades locales tienen unos especiales condicionamientos derivados de su población y de su forma de asentamiento sobre el territorio, según el decreto del Gobierno de Aragón que recoge la aprobación del Reglamento de Territorio y Población de las Entidades Locales de Aragón.

Según esta normativa, la incorporación de un municipio a otro u otros limítrofes podrá realizarse “cuando, por despoblamiento, sea inviable el mantenimiento de una administración pública autónoma de rango municipal o carezca de justificación la reserva del disfrute de determinados aprovechamientos de titularidad pública por un grupo de población muy reducido. En estos casos, se tendrá en cuenta como referencia el mínimo legal de población exigido para la creación de una entidad local menor, establecido en 250 habitantes”.

No obstante, este requisito de población mínima no se exige en el supuesto de que se promueva la creación de una entidad local menor como consecuencia de la fusión o incorporación de municipios que faciliten “la permanencia de la titularidad y disfrute privativo de bienes destinados tradicionalmente a basar la subsistencia de una población determinada. En estos casos los procedimientos de fusión o incorporación de municipios y de constitución de la entidad local menor podrán tramitarse simultáneamente”, precisa la regulación.

Ejemplo de una de estas entidades es la localidad de Ontinar de Salz, el pionero de los pueblos de colonización construidos a mitad del Siglo XX. Fue el primer pueblo proyectado por el INC (Instituto Nacional de Colonización) en Aragón y el sexto de España -sus primeros colonos llegaron en 1946-. En 1957 se constituyó en entidad local menor mediante decreto y en 1981 el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda) le concedió su independencia como municipio, agregado al de Zuera.