Un total de 3.339 personas participaron en 2018 en los Servicios de Inserción Socio-Laboral de Cáritas en todo Aragón, de las cuales 993, con baja o muy baja cualificación, se insertaron en el mercado laboral.

En 2018 la entidad dedicó 144 voluntarios y 57 técnicos a estos servicios, así como un presupuesto de casi 3 millones y medio de euros, lo que supone un incremento del 8,16 % respecto al año anterior, según recoge Cáritas en su Memoria anual de Empleo.

Además, 2.566 personas acudieron a los servicios de orientación laboral de Cáritas Aragón, 567 participaron en alguna de las 39 acciones formativas que organizaron, 1.484 fueron atendidas por los servicios de intermediación laboral y una se interesó en el autoempleo.

La creación de empresas de inserción, centros especiales de empleo y otras iniciativas de economía social por parte de la entidad permitió contratar a 89 personas, de las que 45 son empleo de inserción, por lo que ha ascendido a 65 el número de trabajadores en puestos de inserción.

Cáritas insiste en que las mayores tasas de pobreza y exclusión se siguen concentrando en el colectivo de personas desempleadas, según el informe "La vulneración del derecho al trabajo decente: empleo y exclusión social de Foessa, que establece que un 31,9 % de las personas desempleadas en Aragón se encuentran en el espacio de exclusión y el 18,8 % en pobreza severa.

Sin embargo, este mismo documento revela que la ausencia de empleo no es la única característica que empuja a situaciones de exclusión y pobreza, ya que el 14,1 % de la población ocupada en Aragón se encuentra en situación de exclusión y el 2,1 % en condiciones de pobreza severa.