Elecciones autonómicas y municipales

La encrucijada del aragonesismo

CHA crece hasta los 3 diputados, pero desaparece del Ayuntamiento de Zaragoza. El PAR pierde la mitad de sus escaños en las Cortes.

Hemiciclo de las Cortes de Aragón, vacío.
Hemiciclo de las Cortes de Aragón, vacío.
Oliver Duch

El ambiente durante la noche electoral no era el más alegre en los cuarteles generales del Partido Aragonés (PAR) y de Chunta Aragonesista (CHA). Las dos formaciones políticas de raíz autonómica, ambas con notable implantación en el territorio y marcada relevancia en la configuración de gobiernos autonómicos y municipales durante las últimas décadas, recibieron los resultados con el gesto torcido. Las digestiones de los comicios autonómicos y municipales resultaron pesadas, aunque de diferente manera.

CHA tiene dos perspectivas. Por un lado, ha logrado rentabilizar su entrada en el Ejecutivo aragonés, con un José Luis Soro que concluyó la legislatura siendo el consejero mejor valorado según los diferentes sondeos. Su proyección en estos años ha servido al partido de izquierdas para crecer en número de votos (de 30.618 a 41.460) y en escaños: pasa de dos a tres y tendrá grupo propio en las Cortes.

El contrapunto lo encuentra en la ciudad de Zaragoza. CHA se ha quedado por debajo del umbral del 5% y, por tanto, fuera del principal Consistorio. Hasta 8.874 zaragozanos que confiaron en Soro para las Cortes no han hecho lo propio con su compañero en la capital aragonesa, Carmelo Asensio. Esa doble lectura de los comicios por parte de los electores penalizará durante cuatro años a los nacionalistas. "La doble tendencia de Chunta Aragonesista ha pillado por sorpresa y habrá que ver cómo gestiona perder la influencia que da el estar en el Ayuntamiento de Zaragoza", explica el director de la empresa de demoscopia A+M, Javier Miravete, quien considera que la formación "no tiene votantes nuevos ya que los jóvenes se van a otras formaciones de carácter nacional".

En el centro derecha el panorama no es más halagüeño. El tajo en el volumen de diputados del PAR ha sido severo, pasando de los seis de 2015 a los tres con los que afrontará el nuevo ciclo. "El gran problema del PAR es que, pese a tener una implantación importante, sobre todo en zonas concretas, tiene unas bases envejecidas y no hay relevo. Esto proyecta una nueva caída en cuatro años y un futuro bastante oscuro, con resistencia en Teruel como bastión más evidente", apunta el experto. El retroceso experimentado por el partido en toda la Comunidad supera los 12.000 sufragios y 263 concejales. Y su escaso apoyo en la capital ya es endémico.

Otra de las claves es la influencia que la agenda nacional ha tenido en el 26M. Los bloques han obviado aquellas expresiones autonomistas carentes de proyección en el resto del país, como es el caso de la aragonesa, frente a otras como la catalana. Con la curiosa salvedad del caso cántabro, que cuenta con el televisivo Revilla como enganche.

¿Hay solución?

Por la cabeza de los dirigentes de ambas formaciones estarían pasando las mismas preguntas: ¿hay solución para la encrucijada que enfrenta el aragonesismo? ¿Dónde queda el punto de inflexión y cómo alcanzarlo para recuperar espacios? La confección del próximo Gobierno autonómico puede ser clave, según la tesis de Miravete: “Aunque ninguno de los dos partidos está en disposición de pedir, lo cierto es que van a querer entrar en el Ejecutivo. Esta es la única manera de estar en el escaparate y frenar la sangría. Tanto Soro como Aliaga tienen experiencia en distintas consejerías y saben que ese trabajo se convierte en votos. Claro, que esa posibilidad se irá al traste si fructifica un acuerdo entre las directivas nacionales de PSOE y Ciudadanos que no los incluya”.

El líder regionalista, Arturo Aliaga, puso este lunes como línea roja para apoyar a los partidos que pueden optar a gobernar en Aragón "el programa de gobierno completo para la legislatura" y aseguró que no puede estar en acuerdos "raros" que vulneren el adn del partido, aunque aún no puede decir "sí o no" al posible apoyo de un Ejecutivo en el que entre Vox.

Alcaldes y concejales

Ninguno de los dos partidos ha obtenido representación en la ciudad de Huesca, mientras en la capital turolense habrá 2 ediles del PAR y uno de CHA. Pero hay vida más allá de las principales ciudades. Los regionalistas retienen 146 mayorías en todo el territorio, especialmente en Teruel, donde ostentará más de 60 alcaldías. En Cuarte de Huerva, uno de sus grandes bastiones, necesitará del apoyo de otras fuerzas para mantener el bastón de mando. El partido será clave a la hora de decantar la presidencia de la Diputación Provincial de Teruel.

Los nacionalistas tienen una implantación menor. Han obtenido 17 mayorías absolutas y dos relativas. Gobernará en La Muela tras un crecimiento espectacular (de dos a 6 ediles), pero su músculo decrece en plazas como Utebo, Calatayud o Ejea.

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