¿Recuerdan la irrupción de Barack Obama? Corría 2008 y el entonces candidato demócrata rompió los esquemas de la política tradicional con una campaña electoral transgresora en la que echó mano de un tratamiento de la imagen muy alejado del apolillado político 'de toda la vida'. Obama era atlético, comprometido, dinámico y cercano sin necesidad de esforzarse. Era -y es- puro carisma. Una cualidad que su fotógrafo, Pete Souza, plasmó sin despeinarse y que su equipo de grafismo transformó en aquel icónico cartel a cuatro colores con la palabra 'hope' (esperanza).

Pronto salieron Obamas de debajo de las piedras. Los aspirantes a un cargo público querían ser como él, vestir como él, lucir en las portadas de los domingos como él e inspirar los mejores memes de Twitter como él, un presidente yanki que demostró que hasta comiendo una hamburguesa con la camisa remangada en un sucio restaurante se puede tener 'flow'.

El de Honolulú, toda vez retirado de primera línea política, dejó un vacío que desde hace unos meses tiene nueva dueña. Se llama Alexandria, se apellida Ocasio-Cortez y engarza su gran oratoria a una vasta formación y a unas dotes de 'influencer' inéditas en las instituciones públicas estadounidenses. Si a Obama le seguían los universitarios, a Ocasio-Cortez le persigue, literalmente, una legión de chicas que ven en la demócrata un espejo feminista, socialista y ecologista en el que mirarse. Es una de las suyas: así reza el eslogan del cartel con el que se coló en la cámara baja.

Un póster que guarda aparentes similitudes con el lanzado en la madrugada de este viernes por el equipo de Podemos-Aragón. Igual gesto, misma mirada a los cumulonimbos que surcan los cielos (del Bronx y de Tarazona, quizá, en cada caso)... incluso la inclinación de los nombres y lemas superpuestos es, grado arriba, grado abajo, la misma. Son tan cercanas las composiciones que cuesta creer que no haya una inspiración de la creación podemista en la demócrata. De hecho, su compañera madrileña Isabel Serra ha reconocido abiertamente de dónde bebe su campaña.

El diseño de la cartelería de Díaz no es el primero en motivar ciertos interrogantes. La tipografía que empleó Ocasio-Cortez para saltar en menos de un año de la barra del bar en la que trabajaba a un escaño en el hemiciclo más poderoso del planeta ya ha sido, parece, replicada en Aragón. La socialista Pilar Alegría la insertó en uno de sus pasquines de una forma bastante evidente.

La de Alegría no es la primera figura socialista que se inspira en las creaciones del Partido Demócrata. En la línea con el 'obamismo' de la última década, Pedro Sánchez hizo suya la línea gráfica de una campaña del expresidente de Estados Unidos, tal y como las redes sociales se encargaron de señalar.