El gran trueque

Las cábalas para las elecciones del 26 de mayo resultan muy complicadas.
Las cábalas para las elecciones del 26 de mayo resultan muy complicadas.
POL

En nuestro país, en Aragón, las porras van que vuelan. Me refiero a las de apostar. Quien más quien menos ha jugado a imaginar el resultado de las próximas elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo. Las apuestas están más abiertas que en las recientes generales de toda España, donde la victoria del PSOE de Pedro Sánchez estaba ‘(de)cantada’. Se lo pusieron tan fácil que hasta un candidato como él ha conseguido vencer. Ahora, aquí no es así, ni Lambán ni el PSOE pueden conformarse con la misma estrategia que diseñaron en Madrid. Por eso las porras vuelan y más que volarán según cómo termine la partida. En estas quinielas no hay quien consiga tener una fórmula ganadora segura. ¡Ni el oráculo de Delfos sabría qué pujar!

Así pues, tal como están las cosas, el reparto final de escaños y puestos se percibe desde las distintas perspectivas rebosante de adrenalina. Hay mucho en juego, incluso los pactos de Madrid. Salvo sorpresa, el tablero político de esta España nuestra tiene fichas y alternativas que no se cerrarán hasta bien entrado junio. En esto también cuenta lo que suceda en nuestro país, en Aragón.

Los deseos y las pasiones se anticipan a la realidad. Todos salen a ganar, pero más de uno saldrá trasquilado. Los augurios se han complicado, al menos, por tres motivos. Primero, las variables a considerar se han multiplicado y faltan datos. Segundo, las lealtades de la ciudadanía aragonesa cada vez son más pragmáticas, más volátiles y, en cierta medida, menos previsibles. Tercero, hay un problema de definición: ¿contra qué y contra quiénes se tiene que votar en estos comicios? Y esta es una pregunta esencial en un contexto fragmentado como el actual y en una sociedad como la nuestra. Aquí no se va a votar para sumar; una buena parte del personal, si vota, votará desde el cabreo y a la contra.

Al menos eso parece que espera a quienes se presentan a las Cortes de Aragón y en las principales capitales. De ellas, Zaragoza es el escenario donde están puestas todas las miradas. El abanico, sobre el papel, tiene numerosas combinaciones posibles; pero no es fácil que todos los partidos con aspiraciones consigan saltar los límites del 3% de los votos, para las autonómicas, o del 5%, para las municipales, impuestos por la normativa electoral. Si no superan esas barreras no tendrán la oportunidad de alcanzar la silla correspondiente, tanto para el Parlamento aragonés como para los municipios. De hecho, el límite porcentual lo sufrió bien el PAR en el ayuntamiento de la capital. En la contienda de 2015, consiguió 9.184 votos, pero como solo alcanzó el 2,82% de los votos se quedó fuera del reparto de la ley d’Hondt. Los dos últimos concejales -uno del PP y otro de ZEC- se asignaron por debajo de esa cifra. Así que este es otro detalle que complica los pronósticos, haciendo más interesantes las apuestas. Y ello pese a que las elecciones generales nos han dejado una mapa definido. El PSOE, Cs y Vox vienen con viento a favor. PP y Podemos tienen la corriente en contra. Mientras que PAR y CHA, volverán a escena y se la juegan en casa.

En este contexto, una de las porras que ya he escuchado unas cuantas veces es el casi empate con resultados cruzados entre el Ayuntamiento de Zaragoza y las Cortes de Aragón. Es decir, PSOE y Cs -quizá el PP y poco Podemos- podrán pactar de diversas maneras y formas, pero el precio será un trueque agridulce. Si Lambán no consigue una importante ventaja para consolidar la presidencia del Pignatelli, puede terminar perdiendo más de lo que espera. Lo peor que temen algunos es que la sombra de Sánchez prime a Pilar Alegría como alcaldesa. En este empate, dan por hecho que CHA, PAR, Podemos y Vox ocuparán posiciones minoritarias -pero cruciales- en la aritmética parlamentaria. En Zaragoza capital, los tejemanejes y desencuentros locales entre Podemos y ZEC no les pronostican un panorama muy optimista. Santiesteve no repetirá como alcalde y Barba se las verá para conseguir sentarse en otra poltrona. En estas hasta es posible que Jorge Azcón termine de alcalde, Lambán de presidente y Madrid en el alambre. Por cierto, también votamos el Parlamento Europeo, donde nos jugamos mucho.

Chaime Marcuello Servós es profesor de la Universidad de Zaragoza

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