El avión de transporte militar que sufrió hace un mes un accidente al aterrizar en el aeródromo de Santa Cilia podría acabar despiezado en la base de Getafe. El Ejército del Aire ha contratado un transporte especial para trasladar este miércoles el fuselaje del T-21 hasta las instalaciones de origen del avión, donde los especialistas valorarán el estado del aparato y si merece la pena su reparación.

El fuselaje del aparato viaja en un camión góndola, dado que mide casi 25 metros de longitud. Las alas fueron desmontadas hace unos días, y también acabarán en la sede del Ala 35 del Ejército Aire, al que estaba asignado. Según ha podido saber este diario, lo más probable es que acabe desmontado para su reutilización por piezas.

La aparatosidad del convoy ha llamado la atención de los conductores que se lo han cruzado o rebasado en la autovía de Huesca. Su traslado ha permitido observar los daños que sufrió el avión militar hace un mes al salirse de la pista de aterrizaje de Santa Cilia cuando participaba en el ejercicio ‘Aragón 2019’, organizado por la Unidad Militar de Emergencia (UME).

En las imágenes que acompañan esta información se aprecia como el morro del aparato está aplastado. El T-21 se movilizó al Altoaragón para participar en un simulacro de evacuación de enfermos.

Por causas no aclaradas, el avión se salió de la pista al tomar tierra y nueve de los diez tripulantes resultaron heridos y trasladados al hospital de Jaca, el más grave, uno de los pilotos, con un golpe en la cabeza. Para esclarecer el accidente, se movilizó una comisión de investigación del Ejército del Aire y de la Guardia Civil, cuyo trabajo no ha trascendido.