Un aula es un pequeño mundo, un microcosmos de alumnos con intereses, habilidades e inquietudes diferentes. Sobre el pupitre, el apasionado de las matemáticas y la ciencia, con una gran capacidad lógica y analítica; junto a la ventana, el creativo, con una fina destreza para las armonías, el dibujo o la interpretación; frente a la pizarra, el orador, con una brillante facilidad para la comunicación y los idiomas. Todos ellos son distintos, pero orbitan en un mismo universo. ¿Cuál es el más inteligente? Quizá la pregunta no sea la correcta, ¿y si pusieran en común su potencial? ¿Es la inteligencia colectiva superior a la individual?

Estas son algunas de las cuestiones que plantea el experimento ‘Colectivamente’, coordinado por la Fundación Ibercivis. “¿Puede un grupo de personas generar ideas, resolver problemas o, en general, realizar una actividad intelectual que es inalcanzable para una sola persona?”. Para resolver esta incógnita, sus organizadores se han lanzado a la búsqueda de 1.000 estudiantes de 1º de Bachillerato de 20 institutos de Aragón dispuestos a formar parte de un proyecto innovador de ciencia ciudadana que tendrá lugar en octubre de 2019.

Cada centro podrá inscribir a una o dos clases con alumnos procedentes de cualquier rama de conocimiento, dado que la prueba se desarrollará a principios de curso y todavía no habrán profundizado en ninguna materia en concreto.

La iniciativa tendrá una duración de dos horas y consistirá en la realización de un examen. Sí, un examen, pero uno muy poco -o nada- convencional. El test planteará una prueba de matemáticas y una cuestión de razonamiento lógico que los participantes deberán completar de forma simultánea a través de una plataforma online denominada ‘Think Hub’ y desarrollada por la ‘spin-off’ zaragozana Kampal, que les permitirá interactuar de manera controlada. “El experimento pretende demostrar si un grupo de personas puede sacar mejores resultados que personas de manera aislada”, explica Mari Carmen Ibáñez, de la Fundación Ibercivis.

Precisamente, la interacción por medio de este fórum digital será la clave en esta prueba. Los alumnos completarán el examen en cinco fases, aportando sus propias ideas y conocimientos, al mismo tiempo que ven las soluciones de otros compañeros y las comparan con sus planteamientos. “Para generar esta inteligencia colectiva es necesario definir un proceso concreto de interacción entre las personas y un tipo de examen lo suficientemente complejo para que la solución no sea alcanzada de forma inmediata, dando pie a la búsqueda de planteamientos creativos y soluciones no metódicas o mecánicas”, informan los organizadores.

En este peculiar examen también existirá una posibilidad ‘revolucionaria’ que muchos desearían adoptar para las pruebas curriculares: está permitido copiar. En la medida en que vayan completando las fases, los estudiantes podrán acceder a una especie de ‘ranking’ con las respuestas más populares entre el resto de participantes y, si lo consideran oportuno, copiarlas, aunque de forma anónima. “La plataforma permite copiar, pero no te deja ver de quién son las respuestas para evitar la influencia y preservar la reputación de los compañeros. Si lo supieras, te condicionaría y seguramente copiarías del que crees que más sabe”, apunta Ibáñez.

Un experimento pionero

El experimento, en el que también colaboran el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza, la Cátedra de Inteligencia Avanzada y el Gobierno de Aragón, será pionero en la Comunidad.

Para demostrar que el trabajo colaborativo es beneficioso cuando el planteamiento del problema es suficientemente complejo, los organizadores crearán dos grupos: el Grupo de Referencia (GR) y el Grupo de Inteligencia Colectiva (IC). El primero estará compuesto por 20 o 30 estudiantes aislados, que harán el examen de forma tradicional, sin interactuar. Por su parte, el segundo grupo realizará la prueba de manera colaborativa.

Las notas del Grupo de Referencia se tomarán como medida básica de la inteligencia individual y se compararán con las estadísticas del Grupo de Inteligencia Colectiva. De la comparación de ambos resultados, se podrá obtener información sobre la inteligencia colectiva que surge al hacer interactuar a mil personas a través de internet.

“Los resultados no deben tomarse como una evaluación de los conocimientos de los alumnos, sino de cómo son capaces de afrontar un problema complejo con los conocimientos que tienen y con unos medios que les permiten buscar información, analizarla y adaptarla o cribarla. Se trata de un reto a conseguir, motivándoles a hacer uso de las matemáticas y de las nuevas tecnologías y de ser críticos en el proceso de aprendizaje”, señalan los organizadores.

No obstante, participar en el experimento ‘Colectivamente’ también tendrá premio. Todos los participantes recibirán un diploma y, además, habrá dos galardones para las dos mejores clases. El primer premio se lo llevará el grupo “más ágil”, es decir, el que antes alcance la solución óptima o más se aproxime a ella. El segundo será para el equipo que más haya evolucionado a lo largo de las distintas fases de la prueba.

Inscripciones

Un total de 1.000 alumnos de 1º de Bachillerato de 20 institutos de todo Aragón participarán en el experimento. Cada centro podrá inscribir a un máximo de dos clases y deberá contar con un profesor coordinador. El plazo de presentación de solicitudes finaliza el 20 de septiembre. La inscripción puede realizarse a través de la página web de Ibercivis.

La prueba se llevará a cabo en octubre, pero antes, a finales de septiembre, los profesores responsables tendrán la oportunidad de participar en una jornada informativa en horario de tarde que se celebrará en Zaragoza.

Una paleontóloga de la UZ entra en la Real Academia de Ciencias como la componente más joven