Beranuy es una localidad de la comarca de La Ribagorza, situada a 1.160 m de altitud, con un bonito caserío de piedra repartido por la montaña. En su término municipal se encuentra la conocida iglesia monasterio de Santa María de Obarra, valioso templo lombardo de comienzos del siglo XI, declarado Monumento Histórico Artístico, pero no será este recorrido el que propongamos, si no una bonita ruta lineal hasta la recóndita ermita románica de Sis. Para ello seguiremos una ruta lineal a lo largo del sendero PR-HU 47 que transita por un camino tallado en la roca; visita un mirador y se detiene en antiguas bordas.

El recorrido se inicia desde el puente medieval de Beranuy. Con sus arcos de medio punto salva el cauce del río Isábena, y desde allí comenzamos el ascenso por un camino asfaltado que es el que conecta todos los barrios. El repecho es bastante fuerte en este primer tramo. A los pocos metros del inicio, la ruta llega a la intersección del GR 18.1 y del PR-HU 47, que es el que lleva a la ermita de Sis. Unos metros más arriba, aparece la iglesia de la Asunción. Es románica y su construcción se calcula entre los siglos XI y XII a pesar de estar reformada en el XVI. Llama la atención sobre todo su torre de estilo románico lombardo.

Tras la visita al templo, aparece un nuevo cruce, donde se termina el camino hormigonado y la ruta toma un sendero ascendente, siguiendo el PR. A partir de ahora, y durante la mayor parte del sendero, lo que va a predominar es la subida, paredes de conglomerado, suelo empedrado y cada vez mejores vistas del valle del Isábena. Después de varias lazadas que ayudan a superar la pendiente por el Camí del Grau o Camino del Grado, excavado a pico y pala, el pequeño recorrido pasa junto a una pared en la que hay un hueco que recibe el nombre de Cova las Canals. El continuo zig-zag ayuda a subir sin demasiada dificultad y tras la primera media hora de caminata el recorrido llega a un alargado morrón, conocido como Serra o Serrau de Las Creus.

El sendero sigue las marcas blancas y amarillas y se adentra en un paisaje de pinos y encinas. Tras varias lazadas, llega a un rincón llamado reposadó. Se encuentra al final del repecho y está resguardado del viento del norte. Aquí, paraban a descansar los que antiguamente subían a las bordas de Beranuy a trabajar. Además, en este punto la senda se ha convertido en una trocha. Poco a poco, la ruta se presenta en un cruce que aunque está bien indicado, es preciso prestar atención. No hay que seguir la trocha sino girar a la derecha y volver al camino viejo.

Desde el desvío, en pocos metros se llega al final de la fuerte subida, donde se ubica un poste direccional. En este punto, el PR-HU 47 se desvía unos 500 metros para llegar al mirador del Mallo. Desde aquí las vistas son impresionantes entre las que destaca la panorámica del Turbón. Además de esta mítica montaña también se puede ver la Peña Montañesa, el Pico Gallinero, Pico Maldito, el Aneto, Vallibierna, el Pico Russell y una amplia panorámica del valle del Isábena.

Desde el balcón, regresa al cruce para continuar dirección a la ermita de Sis, tal y como indica uno de los postes. El siguiente tramo corresponde al punto más elevado de toda la ruta. Además es la línea divisoria entre el barranco de Riba y el de Partarriu, así a los pocos minutos del cruce el sendero llega a la zona de las bordas de Beranuy. Al pasar las construcciones, aparece una nueva bifurcación señaliza. El recorrido toma la senda que indica a la ermita y se adentra en un bosque muy variado, entre avellanos, chopos, robles y bojes. A los pocos metros llega a esperada ermita románica de Sis. Habremos completado un recorrido de 12,6 km, con una duración de unas 5 horas.