Día mundial de los becarios

Ser becario y no desfallecer en el intento

Hoy se celebra el Día Mundial de aquellos jóvenes en prácticas que, en más de una ocasión, trabajan como el resto de los trabajadores de una empresa pero con unas condiciones ligeramente peores.

Estudiantes pasean por el campus de la plaza de San Francisco en Zaragoza
Estudiantes pasean por el campus de la plaza de San Francisco en Zaragoza
Guillermo Mestre

A veces ocurre que sales de la universidad después de unos cuantos años de apuntes, exámenes y trabajos con la sensación de no estar lo suficientemente preparado para enfrentarte al tan temido mundo laboral o por el contrario, sí que estás seguro, pero las empresas te exigen alguna experiencia previa. En esas ocasiones, hacer prácticas se presenta como una opción única y maravillosa para rellenar el currículum y ya de paso aspirar a un futuro puesto. Es el momento en que abandonas el rol de estudiante y te conviertes en becario.

Hoy se celebra el Día Mundial de los Becarios, ese colectivo que está en un limbo permanente (tanto de derechos como de obligaciones) y que en más de una ocasión hace el mismo trabajo que un trabajador normal, pero con unas condiciones ligeramente peores, como más horas y menos remuneración. A veces no cobran por su trabajo (3 de cada 5 becarios en España no reciben ninguna contraprestación económica, según el portal Acierto) y otras sí, aunque los 70.000 becarios españoles que lo hacen (según la UOC) se encuentran entre los peor pagados de Europa. 

Si bien es cierto que algunos de ellos no aspiran a cobrar nada en un primer momento, su idea cambia una vez que comienzan a trabajar. "En el último curso de mi carrera hice una entrevista para ser becaria en un sitio en el que desconocía si iba a tener una retribución, pero quería aprender y formarme, así que me daba igual. Luego me enteré de que sí que iban a pagarme y pensé que me bastaba con cualquier importe, pero ahora me parece injusto", cuenta Paola González que ya lleva 10 meses en una empresa y asegura que "trabajar las mismas horas que el resto, incluso más, y percibir un salario de menos de la mitad por hacer un mismo trabajo es irrisorio".

En este sentido hay que diferenciar entre aquellas prácticas curriculares y las extracurriculares. Las primeras son obligatorias y deben realizarse en determinadas carreras para obtener un título y por tanto la retribución no es lo habitual, mientras que en el segundo caso debería haber compensación económica, aunque no siempre la hay.

Hacer prácticas para aspirar a un puesto

González reconoce que apostó por hacer prácticas para "meter la cabeza y poder aspirar a tener un contrato". A expensas de si lo consigue o no, puesto que todavía no ha acabado su contrato de prácticas, el panorama se presenta un poco desalentador y es que solo el 27% de los becarios españoles consigue quedarse en el puesto en que hizo prácticas, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) del primer trimestre de 2019. "Supongo que a veces a las empresas les viene mejor ir cogiendo personas de prácticas que contratar a alguien", afirma la joven.

"A veces las empresas prefieren seguir cogiendo a becarios que contratar a uno de ellos como trabajador"

Según el portal Acierto, los becarios no pueden realizar en ningún caso las mismas tareas que un trabajador contratado pero tampoco hacer otras funciones que no se encuentren relacionadas con sus estudios. Este último es el caso de Marina López que estudió Periodismo e hizo unas prácticas que tuvo que dejar porque aprendió "literalmente nada". "Solo iba a ese sitio durante cuatro horas que se hacían eternas. Mis funciones se basaban en apilar cajas, mover mobiliario de sitio, hacer recados. También había veces que llegaba y nadie me encargaba ninguna tarea porque aseguraban que no podía echar una mano en nada. Era bastante desesperante", comenta la zaragozana. 

A pesar de las horas de más, la carga de responsabilidades y una situación un poco precaria y carente de una regulación específica, el número de becarios no para de crecer, es más, se han llegado a registrar incrementos de hasta el 350% en España, de acuerdo con los datos del portal Acierto.

¿La razón? "En las prácticas se aprende muchísimo y es una experiencia muy buena ya que es tu primer contacto con el mundo laboral que te espera fuera. En mi caso he conocido cómo funciona realmente el oficio al que me quiero dedicar, porque en la carrera pueden explicártelo pero tienes que vivirlo", cuenta González quien al mismo tiempo asegura que "no es que se prefiera hacer prácticas a trabajar es que muchos de los jóvenes no podemos aspirar a otra cosa una vez que acabamos la carrera porque te exigen una experiencia que no tienes".

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