Campoy se presenta ahora de edil por Botorrita para tener "la puerta abierta"a luchar por la DPZ

El presidente del PP-Zaragoza, Javier Campoy, concurrirá finalmente como candidato municipal para ser elegido después diputado provincial y así tener "la puerta abierta" a luchar por la Presidencia de la Diputación (DPZ). La decisión la tomó el pasado viernes por la tarde, tres días después de la publicación de las listas en el boletín oficial, por lo que se recurrió al plazo de subsanación de errores para incluir su nombre como número dos para el Ayuntamiento de Botorrita. Y sus aspiraciones trascendieron este martes, cuando se publicó la relación definitiva de candidaturas en el mismo boletín provincial, lo que generó malestar en el seno del partido "por las formas".

Campoy explicó este martes que la decisión, que distintos cargos valoraron como una maniobra para asegurarse el control interno del partido, responde simplemente a tener "las bazas" necesarias para optar a una de las principales instituciones. "No hay nada raro, no hay enfrentamiento, pero esto es un partido político", dijo.

Su ‘carrera municipal’ la compatibilizará con su candidatura autonómica, dado que también aspira a repetir como número tres a las Cortes de Aragón por la circunscripción de Zaragoza. Esto mismo hizo el actual presidente del partido, Luis María Beamonte, en la pasada legislatura, en la que llegó a compatibilizar la Alcaldía de Tarazona con el escaño en las Cortes y con su acta de diputado provincial, a la que renunció a finales de 2016.

Como sucesor de Beamonte al frente del PP-Zaragoza, hace ahora dos años, aspira a emularle al frente de la DPZ y arrebatársela al socialista José Antonio Sánchez Quero, aunque es consciente de la extrema dificultad de contar con los apoyos necesarios, incluso en el caso hipotético de pactar con Ciudadanos.

Campoy señaló que tomó una decisión "muy templada" y consideró que no hay "nada raro" que un líder provincial opte a presidir la institución, como es el caso de Sánchez Quero y de sus predecesores, Luis María Beamonte y Javier Lambán. "Es lo más normal del mundo", apostilló.

Aunque durante meses se apuntó que podría cubrir sus aspiraciones a la DPZ como concejal zaragozano, Campoy descartó esta opción y en el partido se dio por hecho que renunciaba tras comprobar que no iba en ninguna otra lista.

Su círculo de confianza sí supo de su maniobra de última hora para ir en las listas de Botorrita, que se puso en marcha el pasado viernes por la tarde. La secretaria general del PP-Aragón y alcaldesa de María de Huerva, Mar Vaquero, se encargó de llamar al alcalde botorritano, José Ignacio Hernández, para pedirle el favor de que hiciera un hueco al líder provincial. No lo hace por su pueblo, Maella, porque no tendría ninguna opción de ser diputado provincial, ya que el correspondiente a la zona de Caspe siempre ha recaído en el PSOE.

La decisión generó sorpresa y malestar entre distintos cargos, que hicieron una interpretación distinta a la oficial. Así, valoraron que su desembarco en la DPZ solo se podría explicar en sus aspiraciones de controlar de forma directa el partido, dado que es en la DPZ donde se reparten las subvenciones a los pueblos y podría incrementarse la tensión interna tras el 26-M. "Todos sabemos que no existen posibilidades reales de optar a la presidencia", añadieron.

Otros apuntaron que podría ser una opción remota en el caso de que el partido se recuperara tras la debacle electoral de pasado domingo y entrar en un intercambio de alianzas en las distintas instituciones con la formación naranja.