Senderismo

Ruta al mirador de la Diezma, la vista más completa del norte del Moncayo

Un sencillo paseo nos lleva a esta atalaya natural en Grisel, un punto perfecto para ver los montes moncaínos, el valle del Queiles y las localidadades de su entorno

Panel explicativo en el Mirador de La Diezma, en Grisel.
Panel explicativo en el Mirador de La Diezma, en Grisel.
Asier Alcorta

La localidad zaragozana de Grisel, en la comarca de Tarazona y el Moncayo, cuenta con un entorno de gran encanto natural en el que destacan dos puntos singulares: el Pozo de los Aines -una sima natural con una vegetación de árboles y helechos que le dan un aspecto mágico-, y el Mirador de la Diezma. Este observatorio se encuentra ubicado en el monte de la Diezma, y su cima alcanza los 799 metros sobre el nivel del mar. Es por ello que las vistas de la comarca de Tarazona y el Moncayo que se alcanzan desde él son espectaculares. Se trata de un mirador natural formado por dos pequeños balcones de piedra que permiten disfrutar de distintos entornos. A un lado, se puede contemplar toda la sierra del Moncayo y los pueblos del somontano. Desde el otro, la Depresión del Ebro, Tudela, Grisel, Tarazona y los municipios cercanos, entre otros.

Este monte, conocido antiguamente como la Ciesma, por pertenecer al Cabildo de la Catedral de Tarazona, fue de explotación agrícola y ganadera y fuente de recursos de la localidad de Grisel. Uno de los elementos que llaman la atención en la zona son las 'casillas de pico', que fueron cabañas de labradores y pastores caracterizadas por su forma circular, hechas de piedra y rematadas con una falsa cúpula. El parque eólico instalado en el Alto certifica la fuerte presencia del cierzo en esta zona moncaína.

Magníficas vistas

Desde la zona norte del mirador se puede observar Cameros, Montes de Cierzo, el río Queiles, Pirineo navarro y Pirineo aragonés, Sierra de Guara y Lanzas Agudas. También podemos ver los numerosos pueblos desperdigados entre huertas, viñedos, olivares y campos cerealistas desde Santa Cruz del Moncayo, Torrellas, Tarazona, el propio Grisel, Malón, Vierlas, Cunchillos, El Buste, Cascante y hasta Tudela, ya en la vecina comunidad de Navarra.

Si lanzamos la mirada desde la parte sur, las vistas nos conducen hasta el Somontano del Moncayo y distintos municipios como Alcalá de Moncayo, Añón, Trasmoz, San Martín del Moncayo y Litúenigo. Igualmente, puede verse parte del Huecha, Peñas Herrera, Collado de la Estaca (1.458 m), Morana, Morrón (1.730 m), Muela de Horcajuelo (1.706 m), Barranco de Valdemanzano, Collado de Bellido (1.807 m), Cabezo de la Mata (1.437 m), Lobera (2.226 m), Circo de Morca, Collado de Morca (2.139 m), Circo de San Gaudioso, Circo de San Miguel, Pico Moncayo o San Miguel (2.314 m), Collado de Castilla (1.947 m), Peña Negrilla (2.118 m).

Dentro de los diferentes senderos que se pueden realizar por el Moncayo, esta ruta es una de las preferidas por los aficionados al senderismo y la naturaleza. De dificultad baja, se accede a la pista desde Grisel o desde la carretera local de Vera de Moncayo a Tarazona (kilómetro 8), y el itinerario recomendado parte del mirador hacia el Noreste hasta alcanzar el vértice Umbría. El trayecto (de aproximadamente unos 20 minutos de duración, más la vuelta) garantiza el disfrute de los sentidos al poder contemplar la panorámica más completa de la vertiente norte del Moncayo: el embalse del Val, el valle del río Queiles, los mallos de Los Fayos, o los campos abandonados repletos de bancales son solo algunos de los encantos que se pueden observar. Además, los paneles informativos ayudan al viandante a conocer mejor los distintos y numerosos lugares de interés que hacen del enclave un paraíso para la vista.

Desde Tarazona

Para los muy andarines, a los que esta ruta se quede corta, pueden salir desde Tarazona siguiendo el sendero GR 90, que se extiende por el valle del Queiles hasta el Campo de Cariñena. Se trata de un recorrido de 4 km, con dificultad moderada, fácil de completar en una hora (ida). Se sale desde la capital turiasonense en el cartel informativo junto al Queiles, desde donde se emprende el camino hacia la carretera de Santa Cruz y se pasa junto a varias explotaciones ganaderas hasta llegar al cruce con el PR-Z 1. Seguimos por camino agrícola mientras la senda se va empinando poco a poco. Caminamos entre olivos y viñas hasta llegar a Grisel, nos dirigimos al pozo de los Aines y desde allí seguimos la ruta anteriormente mencionada.

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