Ha recorrido Aragón "de norte a sur" y conoce "casi cada palmo" de la Comunidad. El presidente de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA), Félix Longás, se confiesa un "enamorado" del territorio. La profesión de sus padres -él sastre en pueblos de las Cinco Villas y ella, de una familia frutera de Sabiñán- y su primer empleo, en maquinaria agrícola, le han permitido conocer de cerca las fortalezas y debilidades de la región y sus municipios. También sus 35 años en La Zaragozana y sus aficiones. "Primero estuve en los scouts. Después he tenido la suerte de pertenecer a la Real Hermandad de San Juan de la Peña y ahora estoy presidiendo la asociación de la industria alimentaria, el sector que más ayuda a vertebrar el territorio", explica.

Ser aragonés es, en su opinión, "un sentimiento, una manera de ser basada en la libertad, el derecho, la justicia, la nobleza y la tradición", unas señas de identidad que han de ponerse en valor para construir "la mejor Comunidad posible". A la Marca Aragón asegura haber aportado, ante todo, "cariño". "Tenemos grandes retos, pero Aragón será lo que los aragoneses quieran", subraya.

Su sector es un ejemplo. Aunque "se está redescubriendo", necesita dar "un paso más" para llegar a las despensas y los congeladores de consumidores de toda España. "Sueño con que Aragón se especialice. Habría que crear un plan estratégico para sacar lo mejor de cada comarca", expone.

La región, subraya el presidente de la AIAA, es "eminentemente cerealista". También destaca por su gran aceite, que tiene aún un conocimiento "muy minoritario". "La estructura envolvente de todo esto tiene que ser un plan promocional fuerte", dice.

La clave, en su opinión, está en "sumar entre todos" y construir "marcas fuertes". "Tenemos una industria tremendamente atomizada. Lo pequeño y artesanal es muy bonito, pero debería ser solo el ‘forjado’. Necesitamos marcas potentes que identifiquen a la Comunidad y ayuden a catapultar los productos a mercados exteriores", plantea. Aboga, asimismo, por equilibrar el "monocultivo" del porcino y recuperar el ovino, el caprino y el bovino. Avanzar en este sentido "ayudaría a combatir la despoblación", uno de los principales problemas del territorio.

Innovar y transformar

El "desequilibrio" se aprecia, especialmente, en sectores como el hortofrutícola, uno de los que requiere de una mano de obra más intensiva. "La mayoría de lo que fabricamos se va a otras regiones que sí tienen unos modelos definidos", lamenta. A este respecto, cree importante que Aragón deje de ser una Comunidad ‘exclusivamente’ productora de materia prima. "Somos una región de un millón de habitantes que puede fabricar para más, pero no transformarlos", recalca.

Longás espera que la Marca Aragón crezca en los próximos años y consiga que se identifique a la Comunidad como productora de alimentos y no solo por sus "maravillosas" montañas. "La sostenibilidad la vamos a conseguir si generamos empleo y riqueza. Tenemos territorio para cultivar y criar ganadería. Lo que necesitamos es transformarlo para fijar población y quedarnos todo ese valor añadido. Aragón puede suministrar a muchísimos más mercados", asevera Longás.

Insta, en este sentido, a seguir innovando y a aprovechar los "grandes centros de investigación" de la Comunidad. "En algunas cosas tendremos que diferenciarnos y en otras, concentrarnos. Lo importante no es hacer el mejor vino de nuestra comarca, sino conquistar mercados externos sumando fuerzas, inversiones y voluntades. El Gobierno tiene todavía que poner muchos más medios de los que pone", afirma.

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