Conclusiones

Identidad aragonesa, valores a los que dar un relato

De un museo de la jota al derecho aragonés, hay grandes valores que conforman nuestra esencia que deben difundirse y calar en el imaginario de la población aragonesa

Agachado, Modesto Pascau, conversa con Roberto Ciria, Raquel Esteban y Manuel Gimeno
Agachado, Modesto Pascau, conversa con Roberto Ciria, Raquel Esteban y Manuel Gimeno
Guillermo Mestre

«Los rasgos de la identidad aragonesa son el Justicia, el pacto, un derecho muy avanzado que protegía a las personas...», dice Marisancho Menjón. «Pero eso no se enseña en las escuelas, y debería», lamenta Manuel Gimeno sobre la falta de conciencia de estos valores que nos definen. Menjón aboga por «el Compromiso de Caspe, antes que por la Campana de Huesca y ese cortar la cabeza al que sobresale». «Más que mirados a veces somos autodestructivos», apunta. «Los aragoneses debemos estar orgullosos y creer en nuestros valores para poder exportar la buena materia prima que tenemos en muchos sentidos: turismo, cultura... como nuestra lucha por que la Jota sea patrimonio de la Humanidad», afirma Roberto Ciria, con quien hay coincidencia general en apoyar un futuro Museo de la Jota, dando así presencia física a ese enorme patrimonio inmaterial. En el mismo sentido, Menjón enumera una larga lista de personajes aragoneses con importantes aportaciones a la cultura que no tienen un centro donde se les recuerde.

«Tenemos que ser los primeros en dar valor a nuestro patrimonio y confiar en nosotros mismos», dice Raquel Esteban. «Todo el mundo me decía que era imposible llevar gente a Teruel en febrero; sin embargo, con Las Bodas de Isabel hemos conseguido que sea temporada alta y que deje en la ciudad 16 millones en un fin de semana. Y además se ha creado una marca diferenciadora de Teruel y hemos hecho que la gente esté orgullosa de su historia», afirma.

«Teruel tiene cosas que son únicas en el mundo, como su patrimonio geológico, el paleontológico con el territorio Dinópolis...», afirma Manuel Gimeno, quien señala que esos atractivos deberían servir para traer un turismo de calidad para todo Aragón. «El turismo es un campo en el que todavía podemos crecer mucho», señala, por su parte, Modesto Pascau. «Esos recursos naturales e históricos son muy valiosos, pero lo importante es la narrativa que creamos sobre todo eso. El atractivo para el turista no es el hueso, es el dinosaurio, que es un ser mítico. Como en Las Bodas, el halo mítico y el contenido emocional lo convierte en una experiencia vital que hace que la gente venga», apunta Raquel Esteban.

Pero mítica es lo que sobra a Aragón, su historia, su patrimonio y su territorio, coinciden todos. «Tenemos que tener claro que nuestro patrimonio es el mejor del mundo, -afirma Esteban-, que nuestra identidad es maravillosa y que todo el mundo va a querer estar con nosotros». «Hasta el propio nombre, Aragón, tiene resonancia. Los relatores, los agentes culturales, artísticos... debemos ser capaces de nombrar nuestro patrimonio de otra manera».

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