elecciones 28-a

Los candidatos aragoneses se centran en sus promesas y solo se enzarzan por Cataluña

El independentismo, los pactos, el trasvase y la corrupción marcaron los puntos de confrontación. 

Echenique, Sumelzo, Gómez y Suárez, antes de entrar a maquillaje para protagonizar el debate de Aragón TV, este martes.
Echenique, Sumelzo, Gómez y Suárez, antes de entrar a maquillaje para protagonizar el debate de Aragón TV, este martes.
Oliver Duch

Los candidatos aragoneses al Congreso del PP, PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos no quisieron entrar este martes al cuerpo a cuerpo en el debate de Aragón TV, hasta el punto de convertir un formato que pretendía ser ágil en una anodina sucesión de promesas y reivindicación de la gestión de Gobierno trufada de críticas. El perfil bajo buscado por los políticos solo se rompió casi al final de la hora y media de emisión con el tema de Cataluña, que motivó que se enzarzaran dialécticamente.

El independentismo, el recurrente trasvase el Ebro que sale en cada campaña electoral, los posibles pactos y la corrupción fueron casi los únicos puntos de confrontación entre los cabezas de lista al Congreso por Zaragoza con representación parlamentaria. Y más concretamente entre Eloy Suárez (PP), Susana Sumelzo (PSOE) y Rodrigo Gómez (Ciudadanos), el más combativo de todos frente a la pasividad de Pablo Echenique (Podemos). Este último ni siquiera entró al cara a cara cuando Suárez le recriminó que "diera lecciones"en materia fiscal cuando ha sido condenado por la Seguridad Social por mantener a un asistente sin contrato ni darle de alta. Tampoco respondió a la reclamación de Gómez de que se retractara tras haber acusado a Cs de incendiar la convivencia al organizar un mitin en Rentería.

Hasta el director de Informativos de Aragón TV, Samuel Barraguer, tuvo que ejercer en su labor de moderador para recordarles a los políticos que el formato era abierto y podían interrumpirse para tomar la palabra. Solo lo hizo Gómez en varias ocasiones con Sumelzo y Suárez a cuenta de la política fiscal, el trasvase, la corrupción y el conflicto catalán.

La diputada socialista ni siquiera respondía por alusiones cuando se le invitó a contestar a los ataques y se ciñó al milímetro a su guión, que llevó escrito y se notó que leía en incontables ocasiones.

Las intervenciones se ordenaron en cuatro grandes bloques y no depararon sorpresas: despoblación, economía y empleo; Aragón en España y en el mundo; políticas sociales, y situación política general, modelo de Estado y regeneración democrática.

La política fiscal salió de manera recurrente a lo largo del debate y en este apartado el más ingenioso fue Echenique con un mensaje directo y claro para contrarrestar la rebaja fiscal que defendieron Suárez y Gómez: solo se podrán mejorar los servicios que todos los partidos defienden si se sube la presión fiscal "a los privilegiados", categoría en la que metió a la banca, las eléctricas y a las grandes fortunas, porque de otro modo habría que recurrir "a los billetes del Monopoly". Hasta en tres ocasiones repitió esta idea frente al mensaje del PP de que se podía dinamizar la economía, crear empleo y sostener los servicios con una "revolución fiscal".

El verdadero debate comenzó al final del debate, cuando se abordó la situación política española y el modelo de Estado. Echenique planteó sin éxito que no solo había que hablar de lazos amarillos, "sino de los problemas que tienen otros territorios como Aragón".

El candidato naranja respondió a la amenaza del "único pacto seguro"de las derechas, que enarboló Sumelzo, con la idea de que sacar a Sánchez de la Moncloa es una "emergencia nacional". Y lo justificó con el argumento de que "volverá a pactar con quien dio un golpe de Estado y concederá indultos"a los presos catalanes. En ese momento, exigió a la diputada socialista que aclarara si su partido iba a indultarles, a lo que Sumelzo contestó que no podía hacerlo porque aún no hay sentencia.

En el rifirrafe a cuenta de los pactos, la socialista le espetó a Gómez si iba a pactar con PP y Vox como en Andalucía, le preguntó qué había aportado Cs cuando Inés Arrimadas había "huido"de Cataluña y subrayó que con el PSOE no habrá "ni independencia ni referéndum".

Gómez replicó negando que hubiera sellado un acuerdo con Vox y aseveró que el PSOE sí lo hará con los "populistas", en alusión a Podemos, y con los independentistas tras haberlo hecho también con Bildu. Sumelzo también negó este último extremo y lamentó que se busquen "réditos electorales en el terrorismo sin tener en cuenta el dolor de las víctimas".

De poco le sirvió, porque entonces entró en escena Eloy Suárez, quien sin levantar la voz recordó al PSOE que sí habían pactado con Otegi, "condenado por terrorismo", y aludió a que la líder de los socialistas vascos cenó en Navidades con el de Bildu. El candidato popular sostuvo que entendía que Sumelzo estuviera incómoda con la cuestión catalana porque su partido "ya habla de la plurinacionalidad"de España.

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