El anuncio de la reconversión de los pabellones del frente fluvial para su adaptación como oficinas es un paso importante para la sociedad Zaragoza Expo Empresarial. Dar sentido y una vida estable al recinto de Ranillas ha exigido mucho tiempo, a pesar de que el espacio cuenta con grandes posibilidades de desarrollo. Con los próximos proyectos ya iniciados, como es el caso de la reapertura del Pabellón Puente como sede del Mobility City, cabe esperar que el recinto de la Expo se convierta en un nuevo polo de atracción.

Once años después de la finalización de la Expo Zaragoza 2008, la sociedad Zaragoza Expo Empresarial ha logrado alquilar o vender 110.000 de los 165.000 metros cuadrados destinados a oficinas. Los riesgos y problemas de esta reconversión han sido evidentes, originados en primer lugar por la abultada oferta inmobiliaria con la que contaba la ciudad. La idoneidad del recinto y la confianza en que el espacio de Ranillas debía desarrollarse para evitar un dramático final han ayudado a conceder vida a un área que debería actuar como polo de atracción, permitiendo que hoy la ciudad también piense en la Expo.

Este cambio de tendencia, que ahora se ve fortalecido por el proyecto Mobility City que albergará el Pabellón Puente, una iniciativa que tiene la suficiente fuerza tractora como para activar una nueva demanda de oficinas, no hubiera sido posible sin una oportuna gestión del Palacio de Congresos por parte de Feria de Zaragoza. El recinto que albergó la Expo 2008, en cualquier caso, todavía debe encontrar una respuesta solvente para los pabellones de Aragón y España y para la icónica Torre del Agua. Estos tres edificios, siempre rodeados de suculentas posibilidades de transformación y aprovechamiento, deberían convertirse en una prioridad de urgente desarrollo.