elecciones 28-A

Mario Garcés: “Huesca debe ser dique de contención entre los secesionistas”

El candidato del PP por Huesca, Mario Garcés (Jaca, 1967), es inspector de Hacienda. Ideólogo de Casado, ocupó importantes cargos con Rajoy y se define como liberal.

Mario Garcés, candidato del PP por Huesca.
Mario Garcés, candidato del PP por Huesca.
Rafael Gobantes

Imagínese que soy un votante del PP. ¿Por que no debo dar mi voto a Vox?

Porque el voto del PP es un voto seguro, de experiencia, y el de Vox no sabemos muy bien qué es. Porque el PP ha apostado por una España fuerte en un modelo autonómico y Vox aboga por la supresión de las autonomías. Porque el PP es un partido europeista y Vox aboga por una especie de desvinculación de España con Europa. Quiero recordar a los agricultores y ganaderos de Huesca que las ayudas de la PAC que negoció el PP con un incremento de casi 47.000 millones de euros vienen de la Unión Europea. Perderíamos esos recursos, por no hablar del impacto en el modelo económico-financiero y en la volatibilidad de nuestra moneda. Porque Vox hace un discurso infame en materia de igualdad entre hombres y mujeres. Es retroceder 40 años en la historia de este país. Porque prefiero pasear tranquilamente por las calles sin que las personas lleven armas. Y porque el voto a Vox no es un voto útil, no es un voto a España y, además de perjudicar a la derecha liberal, engorda al PSOE.

Pero si el PP forma gobierno quizá tenga que contar con Vox y asumir parte de ese ideario.

Se me ha preguntado, como liberal que soy dentro del PP, que qué pensaba del acuerdo en Andalucía. Ninguno, ninguno de sus extremos violenta los principios básicos de la ideología del PP. Sería el primero que tendría un problema a título individual.

Y si yo fuera un votante del PP, ¿por qué no votar a Ciudadanos?

Porque Ciudadanos es pura volatilidad. Lo lógico es que la ideología haga partido, no que el partido vaya buscando una ideología. Ciudadanos se levanta socialdemócrata, se acuesta liberal, al mediodía ha hecho un castin y ha contratado no sabemos muy bien a quién, y luego encarga una encuesta para ver dónde tiene que orientar su ideología. Eso es puro relativismo y el relativismo lleva al nihilismo. Albert Rivera no me puede dar lecciones de liberalismo porque el ala liberal, entre otros, la represento yo en el PP.

Es secretario de Programas del PP, uno de los ideólogos de Casado y se define como un liberal. Pero en el aborto o la eutanasia, no parece que su líder esté en posiciones liberales.

Lo que rige es el programa electoral. Una parte ha sido responsabilidad mía y le aseguro que no se aborda ninguna reforma de la legislación sobre el aborto. Al final, lo que se impone, más allá del discurso y la retórica, es lo que queda en el programa electoral.

¿Es usted feminista?

Sí, sin complejos. Ni me planteo que alguien diga que no.

Lo dijo la exministra de Sanidad, Dolores Montserrat, de la que usted fue número dos.

Pero yo hablo por mí mismo. Soy feminista partiendo del concepto de la Real Academia de la Lengua. He ido a las manifestaciones del 8-M, y nadie me ha reprochado nada. He estado durmiendo en la Puerta del Sol con las mujeres que sufrían violencia de género. Me ponía el vaquero y pasaba las noches a cero grados con ellas, porque quería entender el problema. Solo hubo dos pactos de Estado que se cerraron en la última etapa de Rajoy, el de dependencia y el de violencia de género, y yo era el secretario de Estado que tenía esas competencias.

¿Su cercanía a Casado le ha dado ventaja a la hora de ser el número uno de la lista, relevando a Ana Alós?

Cuando se opta por un candidato, entiendo que se opta por el mejor candidato posible. Alós ha sido una diputada extraordinaria y será una senadora magnífica. Si yo no hubiera estado, habría estado Ana. No sé cuáles son las razones. Pero en la lógica del fútbol, cuando un jugador salta al campo es porque se lo ha dicho el entrenador y los demás siguen calentando.

¿De qué le servirá a un habitante del Alto Aragón darle su voto para que vaya a Madrid?

Las elecciones generales deben encajar el plano general y el plano territorial. Le servirá para que Huesca siga formando parte de un proyecto unitario que se llama España. No vale decir que soy del PSOE y pongo mi sonrisa a la par que el presidente del partido ha hecho alianzas con quien las ha hecho para soportar un gobierno. Detrás de esas sonrisas superfluas, existe un pacto maléfico con determinadas organizaciones políticas que quieren destruir la esencia de nuestro país.

Huesca tiene a Francia al norte. Debemos desarrollar una política activa para conectarnos con el sur de Francia y llegar así al corazón de Europa. En un país con presiones secesionistas a la derecha y a la izquierda de Huesca, tenemos que ser un dique de contención, y ahí el Canfranc juega un papel fundamental. Siendo secretario de Estado puse 80 millones de euros que han desaparecido. Mantener el impulso constante de la A-23 y A-21, que también juegan un papel de vertebración en España. Huesca ha sido la provincia con mayor inversión en carreteras de los últimos seis años en España. Algo habrá tenido que ver un subsecretario oscense.

¿Ha dicho que hay que colocar a Huesca en el centro del debate de la España vacía?

La España vacía, que me gusta más que la España vaciada, que es un participio absurdo, exige que se tomen medidas, y esto es un tema de presupuestos. Ya vale de artificios retóricos y diagnósticos. Como oscense hay que colocar a Huesca en el centro del debate de la España vacía, que hasta ahora no estaba. Tenemos que empezar a negociar que lleguen fondos de la UE, como a Teruel. Y vamos a trabajar en el ámbito primario. Viene el proceso de negociación de la PAC.

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