Aragón

El reto de recuperar el talento joven que emigró durante la crisis

Un plan específico de la DGA logra los primeros frutos, traer de vuelta a varios aragoneses, que espera poder multiplicar hasta 2022.

Jóvenes estudiantes pasean por el campus de la plaza de San Francisco en Zaragoza
Jóvenes estudiantes en el campus de la plaza de San Francisco, en una imagen de archivo
José Miguel Marco

Miles de jóvenes se marcharon del país durante la crisis. Para muchos fue un mal trago, una situación no deseada, pero también un paso necesario para no perder la comba del mercado laboral ni quedarse de manos cruzadas. En conjunto supuso también un retroceso para el Estado, cuyas arcas habían financiado su formación, en muchos casos muy especializada y de alto nivel, de la que pasaron a beneficiarse Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos u otros países que se rifaron científicos, maestros y licenciados en todo tipo de áreas.

Una vez detenida la sangría, con un mercado laboral algo más flexible y el desempleo apoyado en guarismos más acordes a la normalidad, llega el momento de recuperar ese patrimonio, ese talento forjado a base de inversión pública. Para ello se han lanzado varios programas a nivel autonómico, también en Aragón. El Plan de retorno del talento joven aragonés, dependiente del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), ya ha captado la atención de 66 usuarios pese a estar todavía en su fase inicial.

El programa tiene una doble vertiente. Por un lado está en contacto con las empresas para que éstas trasladen sus necesidades de contratación, sobre todo en puestos de alta cualificación en los que escasean los perfiles. Por otro, capta los currículums y atiende las demandas de los jóvenes para ajustarse tanto al tipo de trabajo que se busca como a las condiciones a las que se aspira.

El director gerente del IAJ, Adrián Gimeno, hace una primera lectura positiva y explica que al plan se han adherido "varias grandes empresas y las distintas patronales que, cabe destacar, no han preguntado por posibles ayudas a la contratación sino por perfiles profesionales concretos que, en la actualidad, son difíciles de encontrar". Algunos de los sectores en los que más ha empezado a calar la propuesta son banca y finanzas, tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y marketing. "También se piden doctores en ramas científicas".

A los departamentos de captación de talento no siempre les resulta sencillo localizar según qué aptitudes profesionales. Gimeno asevera que "en ocasiones, las empresas van a una velocidad distinta de quienes buscan trabajo, por eso vemos necesaria una intermediación y una asesoría laboral adecuada para quienes piensan en retornar". Sin embargo, apunta, "es necesario algo más que esa intermediación, ya que hemos visto que hace falta un acompañamiento más amplio".

Desde el IAJ se destaca el asesoramiento psicológico que contempla el plan y la interlocución continua: "En menos de 48 horas desde el primer contacto del interesado ya se le ha contestado y le transmitimos el mensaje de que vamos a estar a su lado. A partir de ahí se abre un canal de acompañamiento vía whatsapp, porque ese momento de incertidumbre para quien va a volver es crítico, da vértigo y tiene muchos aristas porque cada situación es distinta. A veces se da un choque cultural inverso que conviene evitar.

El segundo paso consiste en rehacer el curriculum y plantear de forma clara las aspiraciones laborales y las condiciones que se quieren. "El mercado laboral, en comparación con el de algunos países, es un handicap. Hay gente que esto le resulta indiferente porque solo quiere volver, pero muchos otros tienen claro lo que buscan y no se conforman con menos. Es importante que sepamos satisfacer esas exigencias y en ello trabajamos", comenta Gimeno.

La experiencia internacional es un valor añadido para las empresas. El director del IAJ considera que "es un aspecto que los departamentos de contratación tienen muy en cuenta, ya no solo en los procesos de selección abiertos sino también en los posibles 'fichajes' que se les presentan en cualquier momento". Algunos sectores especialmente proclives a este tipo de contrataciones son las TIC y el de las energías renovables.

Nuevas líneas de ayuda

Los siguientes pasos del Plan de retorno del talento joven son el lanzamiento de varias líneas de ayuda, entre las que destacan las directas al retorno. "Alcanzarán un máximo de 3.000 euros por solicitante y están pensadas para cubrir los costes de desplazamiento y los primeros meses de alquiler una vez han llegado a Aragón. Porque a nadie le agrada volver a casa de sus padres a los 30 años".

Además, a lo largo de 2020 se planea la puesta en marcha de unas ayudas al emprendimiento de retornados, de modo que quienes vuelvan a Aragón se planteen fundar una empresa o empezar a trabajar como autónomos.

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