Hasta 1.557 unidades de suero fisiológico de 100 ml o 564 cápsulas de 20 mg de omeprazol. Estas son algunas de las cantidades de medicamentos que maneja al día el servicio de Farmacia del hospital Miguel Servet de Zaragoza, que con motivo de su 50 aniversario celebró ayer una jornada, en la que los asistentes debatieron sobre los principales retos de futuro de estos servicios.

El gasto en farmacia no ha parado de crecer en los últimos años hasta alcanzar los más de 548 millones de euros en Aragón en 2018 (un 5,4% más que el ejercicio anterior). Es decir, 9 de cada 100 euros del presupuesto de la Comunidad se gasta en medicamentos. Las previsiones es que este coste siga aumentando, principalmente por el "envejecimiento de la población, la cronificación de las enfermedades y el precio de las nuevas terapias", explicó Reyes Abad, jefa del servicio de Farmacia del Miguel Servet. "El reto es dar respuesta a las necesidades, incorporar la innovación y mantener la sostenibilidad del sistema", añadió Abad, que recordó que de los más de 548 millones anuales de Aragón, casi 90 millones pertenecen al Servet (tanto en pacientes ingresados en el hospital como en usuarios de Atención Primaria).

Fármacos que más crecen

Los medicamentos del área de la oncohematología son algunos que más han crecido, principalmente, por el impacto de la inmunoterapia y otros tratamientos. Pero también, precisó Abad, ha habido un aumento importante, por ejemplo, en los tratamientos de la esclerosis. "Han aparecido nuevos. Hasta ahora, eran más reducidos y cuando fallaban, no había alternativas. Ahora mismo, podemos tratar mejor a los pacientes, pero esto también supone un incremento del gasto farmacéutico", apuntó Abad, que reconoció que, por ejemplo, un tratamiento de oncología para un paciente puede llegar a acarrear un desembolso de 40.000 euros al año y algunos medicamentos "huérfanos" –aquellos destinados a muy pocos pacientes o enfermedades raras– pueden llegar a los 200.000 o 300.000 al año.

Ante la continua escalada del consumo de medicamentos y el alto coste de las nuevas terapias, Abad hizo hincapié en la necesidad de impulsar nuevas "estrategias de eficiencia", entre las que se incluyen la apuesta por el uso de biosimilares, que son aquellos de origen biotecnológico equivalente al biológico original cuando este pierde la patente, o las nuevas fórmulas de gestión del medicamento, que implican por ejemplo condicionar el pago a los resultados obtenidos. Pero también destacó la existencia de protocolos para determinadas patologías que ayudan a que pese al incremento del número de pacientes, el coste vaya descendiendo.

Además, para mantener la sostenibilidad, la Comunidad aragonesa ha abogado, según apuntó Abad, por planes o estrategias que ayuden a una gestión más eficiente desde el momento de la propia compra. En ese sentido, hizo referencia a la aprobación hace unos días por parte del Consejo de Gobierno del acuerdo marco para la compra centralizada de medicamentos de uso hospitalario por más de 900 millones de euros para los próximos cuatro años.

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