Teruel amanecerá este domingo desierta. No por culpa de la despoblación que desde hace un siglo ahoga cualquier intento de despegue económico, sino porque quienes creen haber resistido al olvido sistemático de gobiernos de todos los colores van camino de Madrid para gritar a los políticos que dejen de ignorar las necesidades de un territorio que también tiene derecho a progresar.

"Basta ya del monotema de los territorios del este peninsular. En el último año no ha habido otras noticias en los telediarios y hay que decir bien alto que este país tiene un problema mucho más grave y profundo, como es que el 70% de su superficie sea una España vaciada", protestaba anoche el portavoz de Teruel Existe, Manuel Gimeno, mientras ultimaba los preparativos de la manifestación que este domingo recorrerá el paseo del Prado.

Sobre la mesa del local de reuniones de la plataforma ciudadana, carteles con los nombres de todos los pueblos de Teruel –algunos con 6 habitantes, como Miravete de la Sierra– se entremezclan con otros en los que se lee ‘La revuelta de la España Vaciada’ y ‘Ser menos no resta derechos’, todos listos para ser alzados en la movilización de este domingo.

“A partir de este domingo, esto tiene que cambiar; no soportamos más olvidos ni agravios”

Teruel Existe y Soria Ya, las coordinadoras ciudadanas más veteranas de cuantas han surgido en las últimas dos décadas en el país y ambas portavoces de dos de las provincias más castigadas por la emigración del sur de Europa, han sido las convocantes de esta gran movilización a la que se han sumado también Zaragoza y Huesca y cerca de 90 colectivos de otras 19 provincias.

Y la han liado "muy gorda", como admite Gimeno. Si se cumplen las previsiones, 100.000 personas desfilarán por el centro de Madrid para reclamar las mismas oportunidades que tiene el resto del país, esa gran campana –como define el escritor Julio Llamazares– con una fuerte carcasa que son las zonas costeras, pero vacía en su interior a salvo del badajo, que es Madrid.

Unas 7.000 personas de toda la provincia se desplazan en 50 autobuses y varios cientos de coches particulares. A ellos se sumarán otras 10.000 de Soria –70 autobuses, un tren y vehículos propios– y el resto, hasta 50.000, vendrá de Cuenca, Valladolid, Jaén, Burgos, Zamora, Guadalajara, Cáceres, Granada, Ávila, Palencia o Albacete, entre otras provincias. Los organizadores confían en los madrileños, muchos de ellos "hijos de esa España vaciada", como explica otro de los portavoces de Teruel Existe, Pepe Polo, para alcanzar la apuesta histórica de 100.000 manifestantes.

Lo consigan o no, la movilización es ya un éxito. Medios de comunicación de todo el país se han hecho eco de la ‘Revuelta de la España vaciada’ y las redes sociales bullen de mensajes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó de fecha un acto electoral en Zaragoza para que no coincidiera con el día de la manifestación y el viernes presentó, in extremis, las directrices de su plan nacional contra la despoblación.

A partir de las 12.00 en la plaza Colón, se oirán por el centro de Madrid las quejas de los olvidados de este país. Pedirán acciones para revertir el desplome demográfico provocado, a su juicio, por políticas desarrollistas que han creado un Estado desigual, con territorios muy ricos que concentran todos los servicios mientras el resto se acompleja por falta de ellos. Reclamarán autovías, trenes y planes de inversión. En definitiva, un futuro en el que poder seguir viviendo allí donde levantaron su hogar.

La marcha discurrirá por el paseo de Recoletos, la plaza de Cibeles y el paseo del Prado para finalizar en la plaza de Neptuno sobre las 14.00. Será una fiesta de la reivindicación de la España sin oportunidades. El silencio roto por grupos de tambores del Bajo Aragón y Teruel será el pistoletazo de salida. Después, tras las dos grandes pancartas de cabecera con los lemas ‘La Revuelta de la España vaciada’ y ‘Ser menos no resta derechos’, irán todos los grupos con sus mensajes particulares y la escenografía que hayan decidido. Algunos vestirán camisetas negras, otros –como Soria– serán una marea blanca. Habrá batucadas y comefuegos. Los periodistas aragoneses Manuel Campo Vidal y Paloma Zuriaga pondrán fin al acto con la lectura de un manifiesto.