plataforma agroalimentaria

Bon Àrea iniciará las obras de su complejo de Épila en un mes y estará en marcha en 2021

La DGA licita en paralelo la urbanización exterior por 27,8 millones con el objetivo de que las máquinas entren en septiembre

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El presidente de Bon Àrea, Jaume Alsina, el alcade de Épila, Jesús Bazán, y el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, en la DGA, este martes.
Oliver Duch

La plataforma agroalimentaria que la Corporación Alimentaria Guissona pretende levantar en Epila para centralizar la expansión nacional de Bon Àrea estará en obras en abril. Solo el gigantesco movimiento de tierras requerirá una inversión inicial de 20 millones de euros, dado que se deben explanar más de 169 hectáreas de campos de labranza frente al polígono industrial El Sabinar, a los pies de la autovía de Madrid. Así lo ha constatado este martes el presidente y fundador del grupo leridano, Jaume Alsina, quien ha insistido en que los planes pasan por abrir en dos años el centro logístico para abastecer a las nuevas tiendas proyectadas en el centro, norte y este de España.

Alsina y su equipo de directivos se han desplazado a Zaragoza con motivo de la aprobación definitiva del Plan Interés General de Aragón (PIGA) de Bon Àrea, con el que se culmina dos años de intenso trabajo en la DGA y en la propia compañía para facilitar una inversión global que superará los 400 millones y permitirá crear 4.000 empleos directos cuando esté “a pleno rendimiento” en una década.

El respaldo público es más que evidente, como lo demuestra el hecho de que Suelo y Vivienda de Aragón haya licitado este martes la urbanización exterior por 27,8 millones, de forma que las obras para garantizar todos los servicios y los accesos estén en marcha a la vuelta del verano. El consejero de Ordenación del Territorio, José Luis Soro, ha resaltado que estos trabajos incluirán la preparación de otra área industrial de 35,3 hectáreas, colindante con El Sabinar, que forma parte del plan y con la que se pretende atraer más empresas a Épila.

El presidente de Guissona ha incidido en que lo importante no es tanto los puestos de trabajo, sino el “apoyo” que supone para comercializar la producción de los agricultores y ganaderos que forman parte de la cooperativa. Así, ha recordado que son un referente en el sector por ser los únicos que controlan toda la cadena, lo que les permite reducir los costes y garantizar la calidad. “Nuestros productos van directos del campo al consumidor”, ha señalado.

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