Heraldo del Campo

COOPERATIVISMO

"Yo estoy encantada. Y ellos también"

María José Velilla es ganadera y cotitular de una explotación en Alfamén. Desde 2011 ocupa un sillón en el consejo rector de Pastores-Oviaragón.

ovejas
María José Velilla, en su explotación de ovino, situada en la localidad zaragozana de Alfamén.
M. J. V.

Es ganadera de ovino y comparte la titularidad de su explotación, que reúne a 1.300 cabezas y está situada en la localidad zaragozana de Alfamén, con su marido y sus cuñados. Desde 2003 es, además, socia de Oviaragón-Pastores. Pero la ‘rareza’ de María José Velilla es que es una de las poquísimas mujeres (apenas 26 en todo Aragón) que forma parte del consejo rector -tiene 18 miembros, tres de ellos féminas- de este grupo cooperativo que aglutina a 1.500 socios aragoneses y de provincias limítrofes que suman 500.000 ovejas.

Llegó a este órgano de dirección en 2011. "Me lo propusieron y pensé que tenía que implicarme", señala Velilla, que reconoce que tuvo dudas iniciales sobre su preparación para ocupar un cargo de estas características. Unas dudas que disipó rápidamente de mano de la propia organización o a través de Cooperativas Agroalimentarias. "Los miembros del consejo rector no paramos de hacer formación y asistimos a muchos cursos", señala.

De su experiencia como consejera solo habla en positivo. Asegura que nunca ha sentido discriminación, que no notó que su llegada a este órgano se recibiera con reticiencia alguna e insiste en que nadie le ha hecho sentirse extraña en su sillón. "Conozco la ganadería, soy también titular de la explotación, había ido a muchas asambleas de la cooperativa y conocía a los compañeros, porque en el fondo somos como una gran familia", destaca María José, que asegura que "todo fue con mucha naturalidad".

"Yo estoy encantada, y ellos (los hombres del consejo rector) también", insiste esta ganadera, que reconoce que las mujeres aportan "otras cosillas" a este órgano, porque "somos distintas y en algunos aspectos tenemos visiones diferentes", asegura. Eso sí, insiste en que el género de los consejeros es indiferente cuando todos trabajan por el mismo interés. "Lo que todos buscamos es la calidad, la rentabilidad de nuestras explotaciones, buscar soluciones a una ganadería que tiene muchas complicaciones... en resumen, defender nuestro sector", puntualiza.

Velilla está convencida de que la mujer ha ido dando pasos para hacerse más visible en la actividad agropecuaria, pero reconoce que queda mucho camino por recorrer. Y es que, destaca, el sector agrario en general y la ganadería extensiva en particular sigue estando muy masculinizados. "En el ovino, el hombre siempre ha sido el titular (el padre, el hermano, el marido) y aunque la mujer siempre ha estado presente, especialmente en las pariciones o llevando el papeleo, siempre ha hecho un trabajo en la sombra", explica. Una situación que, según detalla la ganadera, no es tanto una cuestión de machismo como de economía. "La rentabilidad de las explotaciones no siempre es suficiente como para tener varias personas dadas de alta en la Seguridad Social", destaca.

Lamenta que en Aragón, como sucede en el resto de España, sean tan pocas las mujeres que ocupan plaza en los consejos rectores de las cooperativas, aunque reconoce que la escasa disposición de las féminas a ocupar estos cargos tiene motivos. "No nos engañemos, la conciliación es difícil porque en el medio rural la mujer siempre ha llevado todo el peso de las tareas del hogar, el cuidado de los hijos y de los mayores", señala Velilla, que matiza que, al menos "esto está cambiando mucho entre los jóvenes".

En cualquier caso, y aun siendo consciente de todas las dificultades pero "muy satisfecha" con su experiencia y su aportación, María José Velilla, ganadera y consejera de Patores, anima a otras mujeres para que haya cada vez más presencia femenina en estos órganos. "No se arrepentirán", insiste.

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