aragón

Las víctimas exigen que no se homenajee al etarra que salió este viernes de Zuera

El terrorista Kepa Echevarría quedó en libertad tras 20 años de cárcel por intentar asesinar a un funcionario.

Kepa Echevarría saliendo de la cárcel de Zuera
El etarra Kepa Echevarría, este viernes tras salir de la prisión.
Raquel Labodía

Poco antes de las 10.00 de este viernes, el terrorista Kepa Echevarría Sagarzazu salió libre del centro penitenciario de Zuera tras pasar 20 años en prisión, que es el límite de las dos condenas a 18 años que cumplía por un atentado frustrado contra el funcionario de prisiones de la cárcel de Martutene Juan José Baeza González, al que hirió de gravedad de un disparo en el cuello en 1996. Es el primer etarra -de los diez terroristas internos- que sale libre en Zuera con el actual Gobierno central, que trasladó a otros dos al centro aragonés.

La salida se produjo sin incidentes reseñables, aunque uno de los presentes sostuvo una pequeña bandera pidiendo en euskera que los internos de la banda terrorista cumplan sus penas en las cárceles del País Vasco. En total, unas 30 personas entre amigos y familiares acudieron a las puertas del centro penitenciario a recibir a Echevarría, entre ellos el etarra Sergio García Razquin que cumplió 24 años de cárcel y quedó libre en Zuera en 2015.

Tras la salida, la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT) advirtió al delegado del Gobierno del País Vasco, Jesús Loza, para que evite que sea homenajeado en San Sebastián, donde nació en 1975. "Aceptamos el cumplimiento de la ley, pero tenemos que avisar a las víctimas y a las instituciones para que lo sepan", señalaron fuentes de AVT.

"Hoy es el mejor día de mi vida. Ya era hora. Que no nos volvamos a ver aquí dentro más veces", le dijo el etarra a un interno con quien se encontró en el parking. No quiso hacer declaraciones. Algunos funcionarios de prisiones comentaron que "es buena" la normalización de la salida en libertad de los presos etarras, ya que antes se utilizaba como reclamo de independencia.

Kepa Echevarría Sagarzazu huyó de su domicilio en 1997, después de cometer el atentado del funcionario en Rentería. Fue detenido por la Policía Nacional en 1999 cuando se desarticuló el comando Donosti, confesó su participación y fue condenado. De hecho, su declaración ante la Policía sirvió también para esclarecer el atentado de Miguel Ángel Blanco, porque una de las dos armas que utilizaron en el atentado del funcionario de prisiones la utilizaron Francisco Javier García Gaztelu ‘Txapote’ y su compañera Irantzu Gallastegui Gaztelu para matar al edil de Ermua. Este asesinato provocó una respuesta masiva con manifestaciones en toda España.

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