Pedro Sánchez y Aragón

Javier Lambán y Pedro Sánchez en imagen de archivo.
Javier Lambán y Pedro Sánchez en imagen de archivo.
Efe

Sin necesidad de esperar a que hoy el presidente Pedro Sánchez firme el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones, la precampaña ya está presente en España. Aragón no es ninguna excepción y el balance de estos últimos meses de legislatura, compartida con Mariano Rajoy, describe una visión expresada de manera muy desigual por Gobierno y oposición. En cualquier caso, en estos últimos nueve meses el presidente Pedro Sánchez ha eludido la presentación de un nuevo modelo de financiación autonómica, uno de los grandes asuntos de interés para la Comunidad

Este último tramo de la legislatura ha trasladado, pese al deseo contrario mostrado desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez, una fuerte sensación de provisionalidad. El triunfo de la moción de censura trajo de la mano el anuncio –en palabras del propio Sánchez– de una rápida cita con las urnas, convocatoria que, finalmente, solo se ha visto acelerada al no haberse aprobado los presupuestos. Esta realidad política, que ha pesado sobre estos últimos nueve meses de legislatura, no ha impedido que se adoptasen medidas con graves consecuencias tales como el repaldo al cierre de la central térmica de Andorra. El Ejecutivo, que ha logrado la inclusión del eje ferroviario que une Zaragoza y Sagunto en el programa de la UE Mecanismo Conecta Europa, ha eludido abordar dos cuestiones determinantes para Aragón y sobre las que se habían depositado grandes esperanzas: la definición de un nuevo modelo de financiación y la presentación de un plan de lucha contra la despoblación. Sánchez, que ha visitado la Comunidad en dos ocasiones, ha sostenido una relación con Aragón amparada en las buenas intenciones, pero sin acelerar, por ejemplo, la ejecución presupuestaria después de que se lograse en 2018 una inversión récord.

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