seguridad alimentaria

El 25% de los pescados analizados en Aragón tiene anisakis

Las variedades que más positivos dieron en la última muestra fueron el gallo y la gallineta (100%), la bacaladilla (97%) y el chicharro (69%).

Varios filetes de pescado en un puesto del Mercado Central de Zaragoza.
Varios filetes de pescado en un puesto del Mercado Central de Zaragoza.
Aránzazu Navarro

Un 25% de los pescados analizados en los comercios de la Comunidad dieron positivo por anisakis en 2018 y, en concreto, algunas variedades como la bacaladilla, la gallineta o el gallo lo hicieron en porcentajes superiores al 90%, según los últimos datos facilitados por el departamento de Salud Pública del Gobierno de Aragón.

Así, en 2018, se analizaron un total de 307 ejemplares en fresco, procedentes de la Lonja de Pescados de Mercazaragoza, entre los cuales los investigadores detectaron 76 positivos, frente a los 78 de 360 pescados analizados el año anterior. Los porcentajes, sin embargo, varían notablemente en función de la variedad de pescado.

"En el caso de la pescadilla y la bacaladilla aparece anisakis en prácticamente todos los ejemplares que hemos mirado", advierte el jefe de servicio de Seguridad Alimentaria y Medioambiental de Salud Pública, Alberto Alcolea, quien añade que en 2017 un total de 41 ejemplares de bacaladilla (el 89%), 13 de 14 pescadillas (el 93%) y los 5 gallos analizados (100%) contenían este parásito. En la muestra de 2018, estas variedades siguen liderando -junto al chicharro (68%) y verdeles y estorninos (56%)- el número de positivos por anisakis. En bacaladillas se detectaron 35 casos (el 97%); en pescadillas, 15 de 31 (el 48%) y en gallos y gallinetas el porcentaje fue del 100% del estudio.

Por el contrario, en salmonetes no se encontró ningún ejemplar infectado por anisakis en 2018 (en 2017 apareció en un 20% de los ejemplares que se examinaron), y el porcentaje de positivos se redujo también en boquerones, pasando de un 5,51% en 2017 al 3,1% en 2018. En este caso, se analizaron 129 ejemplares y tan solo hubo 4 positivos. La cifra fue también baja en sardinas y sardinetas, donde se detectó la presencia de este parásito en tan solo un ejemplar de 56 analizados (el 1,79%).  "De todos estos positivos se informa a las Comunidades Autónomas de origen de los productos de la pesca a efectos de que se tomen en ellas las medidas que correspondan de prevención y control para reducir la llegada de productos parasitados al mercado aragonés", informan desde Salud Pública.

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Prevención en alta mar

Una de las medidas más importantes en este sentido radica en el control de los vertidos de la pesca que se arrojan directamente al mar. "Cuando se evisceran los pescados, hay un porcentaje importante de parasitación, y hay que tener en cuenta que alrededor de los barcos pesqueros va otra flota de peces que consumen esos desechos. Si esos restos son consumidos por uno, cuatro o cinco peces más, estos acaban infectados y a su vez infectan a otros. Al final acaba siendo (y nunca mejor dicho) la pescadilla que se muerde la cola", recalca Alcolea, quien matiza que aunque cada vez hay "mayor concienciación" a este respecto, obligar a los barcos a que recojan esos subproductos resultantes de la pesca sigue siendo la medida "más importante" a día de hoy para minimizar la presencia de anisakis en los pescados frescos en un momento en que las alergias alimentarias de este tipo no paran de aumentar. "Las alergias van incrementándose conforme hay exposición y conozco casos extremos con reacciones brutales. Es lo mismo que pasa con el escombrotoxismo en el caso del atún y la intoxicación por histamina, que puede afectar a las vías respiratorias y en los casos más extremos producir un choque anafiláctico que podría incluso provocar la muerte", explica Alcolea.

Para evitar intoxicaciones, tras conocerse un aumento de los casos de esta alergia alimentaria causada por las larvas del parásito, los expertos recuerdan que algunas preparaciones de pescado crudo o casi crudo (como los boquerones en vinagre y otros pescados en escabeche, marinados, en salmuera o ahumados, sushi y carpaccios) deben congelarse antes de su consumo durante al menos "cinco días", una recomendación que se extiende ya a todo el pescado fresco, se vaya o no a cocinar.

"A nivel particular -explica Alcolea- congelo todo el pescado que compro. Y si el pescado que congelas está en perfecto estado, y se descongela adecuadamente (en la parte menos fría del frigorífico, no a temperatura ambiente para evitar que se produzca una sudación importante de líquidos y demás), la calidad del pescado es prácticamente igual", sentencia como consumidor y técnico de los alimentos.

Asimismo, para aquellos que se resistan a esta práctica y prefieran consumir pescado fresco, este experto recomienda hacerlo de tal forma que por cocción, fritura, al horno o a la plancha se llegue siempre a una temperatura de unos 60º por pieza.

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