Boltaña, calles llenas de tradición y naturaleza pura

Boltaña se asienta en el valle del Ara, el único río libre de intervenciones del Pirineo, y uno de los pocos de la península que mantienen la naturaleza salvaje de sus aguas. Su casco antiguo es uno de los más grandes del Pirineo aragonés y pasear por sus calles constituye una auténtica delicia. Predominan los edificios datados en los siglos XVI y XVII, como Casa Don Jorge y Casa Carruesco, aunque conserva también edificaciones medievales del siglo XV. Desde su Oficina de Turismo (974 502 043) salen visitas guiadas por el casco antiguo.

En su entramado urbano se pueden ver innumerables ejemplos de las casas típicas del Pirineo, cuyo elemento constructivo fundamental es la piedra y en las que llama la atención por encima de todo, y nunca mejor dicho, sus clásicas chimeneas ‘espantabrujas’, con su características formas troncocónicas, para proteger a los hogares de los malos espíritus. La visita al casco antiguo no estará completa sin conocer la recuperada ‘Noria de agua’, situada enfrente de la Gorga de Boltaña, una poza o piscina natural que forma el río Ara a su paso por la localidad.

Otros monumentos que no podemos perdernos son: la Colegiata de San Pedro, cuyo imponente tamaño impresiona sobre todo desde su interior, con sus altas bóvedas y nave central; el castillo, fortaleza románica-lombarda del siglo XI y uno de los primeros del Reino de Aragón, conserva aún los restos de su presencia en la cima del cerro sobre cuyas laderas se asienta la localidad, y desde donde se tiene una excelente panorámica del valle del Ara, el macizo de Monte Perdido y la imponente Peña Montañesa; el Monasterio de la Virgen del Carmen (ahora hotel de cinco estrellas); y el medieval puente de Moscarales, enmarcado en un precioso paraje natural.

Paraíso natural

Boltaña es la entrada por el norte al Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, albergando las cabeceras de los ríos Vero, Guarga, Alcanadre, Mascún y Balcés. Como se ve, el municipio es territorio de aguas y, junto a la mencionada gorga de Boltaña, se puede disfrutar de maravillas tales como la Cascada del Confesionario o las Pozas de San Martín, junto con las pozas de Ascaso, magníficas piscinas naturales también. En verano, la amplia red fluvial facilita la navegación en canoa, kayak, piragua, hidrospeed y rafting.

Boltaña, como toda la Comarca del Sobrarbe, es un territorio idóneo para la práctica del BTT; existe una gran diversidad de rutas y un centro especial, Zona Zero, donde practicar este deporte. Es además terreno idóneo para el barranquismo, la escalada y, por supuesto, el senderismo. La localidad dispone de numerosos establecimientos para el alojamiento, así como restaurantes y todo tipo de servicios vacacionales.