Aragón

La falta de lluvia puede provocar pérdidas en el cereal de invierno de 380 millones

La organización agraria Asaja valora esta situación como “preocupante” y asegura que si no precipita en un mes “la afección será irremediable”.

Las temperaturas altas y la falta de preocupaciones preocupa en los campos de algunas zonas de Aragón.
Las temperaturas altas y la falta de preocupaciones preocupa en los campos de algunas zonas de Aragón.
Asaja

Parece que el tiempo no acompaña. Si en otoño, época de siembra de cereal, las abundantes precipitaciones no permitían a los agricultores entrar a los campos; ahora la ausencia de lluvias junto con el calor de estas últimas semanas ha puesto a las siembras de cereal de invierno en una situación “muy preocupante, de necesidad extrema de agua”, según ha calificado Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca. “O precipita de aquí a un mes y/o las temperaturas bajan o la producción se encuentra comprometida, ya que la afección en estos cultivos será irreversible”. Y es que los problemas de otoño siguen coleando: “Como la nascencia no fue la deseada, las sementeras necesitan lluvias cada poco tiempo para compensar la debilidad del cultivo”.

Así, la situación en este momento es crítica en las comarcas más áridas de Aragón, como puede ser el sur de Huesca, el centro de Zaragoza o la mayoría de la provincia de Teruel, mientras en que las zonas más frescas, si bien se notan los efectos de las altas temperaturas y ausencia de lluvias, todavía no se han alcanzado esos niveles de alarma. “Por el momento, tanto las zonas de la Sierras de Albarracín y Gúdar-Javalambre, en Teruel, como las del norte de las provincia de Huesca y Zaragoza se salvan”, señala Luna.

De no cambiar esta situación, se estima una pérdida de 1.100.000 toneladas de cereal de invierno, lo que supone que el sector primario aragonés dejaría de ingresar 380 millones de euros, la mitad atribuible a los costes de producción, que el agricultor ya está soportando. Aun así el presidente de Asaja Huesca apunta: “Es pronto para hacer una valoración, porque esta es la situación en la que nos encontramos actualmente, pero puede mejorar o empeorar. Si no precipita y continúan las temperaturas de récord, a esta estimación habrá que sumar las zonas que todavía no se encuentran comprometidas”.

Muchos, sin seguro agrario

El otoño especialmente húmedo, que obligó a retrasar las labores e impidió que estas se pudieran realizar en condiciones idóneas, hizo que muchos no contratasen el seguro agrario. “Es difícil pedir a alguien que asegure su cosecha si todavía no ha podido sembrar, es como si pides a alguien que asegure su coche antes de saber qué modelo va a comprarse”, ejemplifica Luna. Así se estima que este año muchos han optado por no asegurar sus campos.

“Por este motivo, el sector y las administraciones tenemos que trabajar de forma conjunta para crear un seguro agrario que de una cobertura real, adaptada al territorio y a un precio asequible”, explica Luna. “Por ejemplo, en los Monegros, tiene un coste que supone entre un 27 y un 30% de la cobertura, es decir, como si por un coche valorado en 6.000 euros se pagase 1.800 euros de seguro”.

"Es como si por un coche valorado en 6.000 euros se pagase 1.800 de seguro"

A la situación del cereal se une la de los cultivos de regadío, que están empezando la campaña de riego. “Este será otro problema al que nos tendremos que enfrentar si la situación no cambia”, comenta el presidente de Asaja Huesca. “Los embalses ahora están llenos lo máximo permitido, teniendo en cuenta el margen de seguridad que hay que dejar, pero no hay demasiadas reservas de nieve y, sin esas reservas que aseguran agua en las épocas más secas, el riego se puede ver comprometido”. Por ello alega: “Se debe crear un mayor sistema de almacenamiento de agua, ya que en la campaña pasada, por ejemplo, el sobrante que se echó al mar será lo que seguramente falte este año”.

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