Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"Muchas veces las plantas te hablan si sabes escucharlas"

Ana Palacio-Bielsa, investigadora del CITA, es coeditora del libro de la Sociedad Española de Fitopatología ‘Enfermedades de plantas causadas por bacterias’.

Ana Palacio-Bielsa es, además, coautora de nueve de los 48 capítulos de este tratado.
Ana Palacio-Bielsa es, además, coautora de nueve de los 48 capítulos de este tratado.
CITA

La pasión de Ana Palacio-Bielsa por el mundo de la fitopatología arrancó en 1994 cuando tuvo su primer contacto con esta disciplina gracias a la beca que le concedieron para realizar su tesis doctoral en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), después de cursar la licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad de Valencia.

Años después, esta investigadora de la Unidad de Sanidad Vegetal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) se ha convertido en la coeditora del libro ‘Enfermedades de plantas causadas por bacterias’, que acaba de publicar la Sociedad Española de Fitopatología.

Además, es coautora de nueve capítulos de los 48 que componen este tratado, un extenso documento cuyo objetivo pasa por proporcionar una visión de conjunto de las enfermedades bacterianas de mayor importancia para la agricultura española en la actualidad, y de otras que, aunque todavía no están presentes en España, representan una amenaza potencial.

«El libro responde al compromiso de la Sociedad Española de Fitopatología (SEF) de fomentar y difundir trabajos en los diferentes aspectos de la fitopatología. Este tratado es el resultado de un enorme trabajo realizado por un equipo de más de 50 expertos, de quienes también he aprendido mucho. Sin duda, volvería a repetir la experiencia», matiza Palacio-Bielsa.

Una carrera de fondo, en la que ella insiste en la «suerte» que ha tenido de ir aprendiendo de la mano de profesionales «apasionados por la fitopatología, a quienes estoy muy agradecida porque, durante este tiempo, han sabido transmitirme su entusiasmo».

Veinte años después, sigue apasionada por este mundo y, aunque ahora gran parte de su labor se centra en el laboratorio, disfruta mucho sobre el terreno. «Considero que las observaciones de campo constituyen una parte muy importante de la fitopatología, ya que aportan información muy valiosa para el diagnóstico y el conocimiento de la biología de las bacterias fitopatógenas. Yo diría que muchas veces las plantas te hablan, si sabes escucharlas», afirma.

Palacio es consciente del importante papel que juegan los investigadores que se dedican a este tema, ya que las bacterias fitopatógenas producen anualmente cuantiosas pérdidas en todo el mundo y su erradicación es muy complicada una vez que se han implantado. «Es prácticamente imposible porque en la actualidad se dispone de un número escaso de productos químicos que puedan utilizarse para su control directo. En la Unión Europea se reducen casi exclusivamente a los compuestos cúpricos, cuya efectividad es limitada. Por tanto, la mejor herramienta de control es la prevención y, en ese sentido, la sanidad vegetal es crucial para la detección precoz de las bacteriosis (especialmente en el material vegetal de reproducción), evitando así su introducción y dispersión en nuevas áreas», matiza.

Apoyo a la investigación

Tal vez por ello, cuando le preguntas por un deseo que le gustaría que se cumpliera asegura que le encantaría que hubiera más apoyo destinado al mundo de la investigación y que no esté sujeta a los vaivenes del signo político. «La investigación no es un gasto, sino una inversión, pero no da resultados inmediatos, es como una carrera de fondo que requiere mucho tiempo y dedicación», indica Palacio. Además, le gustaría que se le concediera a la sanidad vegetal la gran importancia que tiene para la prevención y control de las bacterias fitopatógenas.

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